La familia costarricense orgullo del país
Los colores celeste y blanco, la familia tomada de la mano conformada por madre, padre, hijas e hijos y como eje central Dios, es la herencia que, con amor, arduas luchas y sacrificios, nuestros antepasados nos legaron; un legado de orgullo, valores y espiritualidad, que da como resultado la vida, la historia y el futuro.
El atardecer dibujado con las manos de Dios enciende el celeste cielo y las blancas nubes, con el ardiente y enrojecido sol del ocaso, la brisa abraza las copas de los arboles que, con delicadeza peina las dóciles hojas, las sombras de la noche a la luz de la luna invitan a la reflexión, a la tolerancia y a la paz.
Reflexionar en el legado de nuestros antepasados es revivir la idiosincrasia del costarricense, es valorar la vida que nace del amor entre hombre y mujer, y como resultado la familia, célula de la sociedad nutrida por valores, respeto y solidaridad. Quizás lo único que no se puede escoger es la familia, mas procedemos de ella.
La vida y el vínculo familiar, orgullo del costarricense ocupan se defiendan, respeten y refuercen con valores, aunado a esa fe inquebrantable en Dios. Tres aspectos intocables, no negociables, simplemente tienen que ser respetados por los gobernantes, al tener claro que es inaceptable cualquier trasgresión o imposición.
En Costa Rica la familia respeta, concede el espacio y aplica el concepto inclusivo a las diferentes preferencias sexuales, tolerancia que no sobrepase los límites de la moral, así como la moral exige el adecuado comportamiento en la relación hombre y mujer, aunque el afecto se demuestre en público.
La intolerancia es la enemiga de los acuerdos asertivos, la mordaza del sano diálogo, la antesala del caos y la estocada de la paz. El costarricense es amante de la paz, del diálogo y el respeto, si se le concede el espacio al pueblo para un diálogo en paz y respetuoso, la lluvia de ideas y soluciones florecerán.
Es urgente retomar el camino de las prioridades para restaurar la paz social, el respeto y la confianza, prioridades como la reactivación económica, seguridad ciudadana, educación, lucha contra la corrupción y el narcotráfico, reducción y modernización del aparato burocrático, infraestructura, por mencionar algunos.
Es responsabilidad compartida el sacar a Costa Rica del bache, se empieza al hacer con orgullo, honestidad y calidad el trabajo que se desempeña, llámese operario, agricultor, comerciante, profesional, misceláneo, alcalde, diputado o presidente. Todos necesitamos de todos y Costa Rica necesita de los costarricenses.
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