La dignidad del trabajo
Tener un empleo va más allá de realizar una labor y recibir una remuneración por ello. Trabajar es también la realización de la persona que ve en su labor el fruto de su esfuerzo y conocimiento, esto da dignidad a los seres humanos.
En este sentido, estamos claros de que el empleo que desempeñen las personas es necesario que sea digno y que la remuneración que reciban no solo satisfaga las necesidades del trabajador, sino también las de su familia. Debe haber un respeto por el cuidado de la jornada laboral y en el trato que se le dé. Debe comprenderse que lo más valioso del trabajo es el trabajador, la persona humana.
Por eso, duele saber que, en Costa Rica, en los últimos años, el aumento de desempleo y el subempleo esté golpeando a tantas personas y familias, sin que veamos una ruta clara que despeje el camino para encontrar una solución real.
Jóvenes, mujeres y personas con menores credenciales educativas son los más afectados en cuanto a problemas de empleo e ingreso, según nos reveló el Informe Estado de la Nación el año anterior.
También es conocida la vergonzosa brecha salarial entre hombres y mujeres que no hace más que golpear la dignidad de quienes, se supone, deben gozar de los mismos derechos. Igualmente, hay realidades que provocan la migración de muchas personas para buscar trabajo, generando desintegración familiar. Estas son situaciones que también deben tomarse en consideración para encontrar soluciones.
Los anuncios constantes de reactivación económica y generación de empleo deben dejar de serlo para convertirse en realidad. El gobierno de la República debe crear las condiciones necesarias en el país para que más empresas sientan la confianza de invertir y, por tanto, de generar empleo.
Duele ver como un día sí y otro también las malas noticias sobre el cierre de empresas y negocios sacuden a nuestra sociedad. Bienvenidas son, desde luego, algunas noticias que surgen de inversión y apertura de otras empresas.
La generación de empleo es una prioridad que no puede postergarse. Con esto veremos no solo la realización de la persona humana; también podremos ir creando el escenario para reducir los altos números de pobreza que golpean a nuestras familias.
El trabajo dignifica a la humanidad, esta es una verdad irrefutable, pero no puede ser solo un ideal para algunos y quedar como un sueño cumplido para unos pocos. Es hora que los gobiernos se tomen en serio este tipo de urgencias que ocupamos atender en el país.
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