Pandemias
La mayoría de las pandemias tienen al menos una cosa en común: comenzaron su trabajo mortal en Asia o África.
Una de las razones para esto es la urbanización rápida que está teniendo lugar en Asia y las regiones del Pacífico, donde ya vive el 60% de la población.
Según el Banco Mundial, cerca de 200 millones de personas se mudaron a áreas urbanas en el este de Asia durante la primera década del siglo XXI.
Una migración a esa escala significa que se destruyen tierras forestales para crear áreas residenciales.
Los animales salvajes, obligados a estar en mayor proximidad de pueblos y ciudades, se encuentran inevitablemente con animales domésticos y con la población humana.
Los animales salvajes a menudo albergan virus; los murciélagos, por ejemplo, pueden transportar cientos de ellos. Y los virus, que saltan de especie en especie, pueden finalmente infectar a las personas.
En última instancia, la urbanización extrema se convierte en un círculo vicioso: más personas traen más deforestación, y la expansión humana y la pérdida de hábitat finalmente matan a los depredadores, incluidos los que se alimentan de roedores.
Con la desaparición de los depredadores, o al menos con un número muy reducido, la población de roedores explota.
Y como demuestran estudios llevados a cabo en África, también lo hace el riesgo de la aparición de enfermedades contraídas por contacto animal.
Fuente: BBC Mundo.
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