Esto pasará

Un día más, un día menos de cuarentena y lo más importante, la inmensa mayoría de los costarricenses bien de salud.  Tener fe en Dios, continuar el distanciamiento social y practicar al pie de la letra los protocolos girados por el Ministerio de Salud y otras autoridades de gobierno, garantizarán superar esta dura prueba.

Las ilusiones, los nobles proyectos y la esperanza de volver a la vida normal, son los motivos fundamentales para no claudicar.  Hoy más que nunca el amor, los sacrificios y la solidaridad de cada ciudadano, constituyen las herramientas para alcanzar el éxito colectivo de Costa Rica.

Dios médico por excelencia, sanará las heridas y toda secuela que aqueja al mundo entero, dará paz, consuelo y resignación. Nuestro Padre Celestial extenderá sus amorosos brazos para alivianar la pesada carga que, sobre los hombros, agobia a la humanidad.

Dios iluminará la mente de los científicos, los gobernantes y sensibilizará los corazones de los hombres, para ayudar a los más afectados y desposeídos.  El arduo trabajo, la mística y la entrega incondicional del sector médico en todo el mundo, recibirá el reconocimiento de la humanidad y las bendiciones del Creador.

Esto pasará y quedará registrado en la historia universal, como el más amplio y solidario trabajo de todas y todos los hombres de la Tierra, cada uno aplicado en forma responsable en el quehacer correspondiente. La conciencia colectiva en su máxima expresión de humanismo dibujará en el firmamento, la luz de la esperanza.

El COVID-19 no vencerá a la humanidad, sus mismas siglas así lo demuestran, la C de Confianza, la O de Optimismo, la V de Vida, la I de Ilusiones y la D de Dios, más 19 buenas razones para ser feliz, entre ellas la alegría de vivir, el retornar a la familia y aprender de nuevo a dar el valor a lo que realmente es importante.

Lo anterior es quizás la moraleja y la principal enseñanza de este trance, un trance   de por más doloroso, un trance que pasará, un trance que dará paso a la oportunidad de que la humanidad se reinvente y revierta el rumbo equivocado que llevaba, un rumbo hacia la auto aniquilación.

Un antes y un después, un después con una mirada de confianza y optimismo por la vida y la ilusión de llegar a Dios, al dejar la huella positiva en una Tierra saludable para las futuras generaciones.  La profunda reflexión y el alto en el camino, sometió a la inmensa mayoría de la humanidad a dar lo mejor.

La recompensa será una mejor y asertiva sociedad.