Diálogo: La hora de Costa Rica.
El inicio de un diálogo nacional, es un asunto de interés pero también de saber pensar y proponer con inteligencia, ideas sobre los problemas profundos del país.
Partidos políticos, asociaciones, cámaras, sindicatos, cooperativismo, intelectuales y estudiantes, ciudadanos todos, no podemos permitirnos rabietas, ni malacrianzas. Es la hora de ponderar con serenidad, objetividad e inteligencia en estas horas tan difíciles e inciertas que vive nuestro país.
La urgencia de la situación de Costa Rica, requiere objetividad en todo que hacemos y donde el diálogo nacional es la opción. Seriedad en la palabra, inteligencia en las propuestas, pero algo muy importante que debe estar presente en todo momento, flexibilidad en las propuestas, virtud esta muy necesaria, cuando las dificultades son, cada vez, más difíciles y hay que inducir el sentido de esperanza, que es lo que requiere espiritual y materialmente este país.
El diálogo no es una paloma de la paz, es algo que requiere consistencia y nada de politiquería pero también su esfuerzo estará siendo visto por miles de costarricenses y lo importante es que, no podemos fallarle a Costa Rica en todos estos esfuerzos.
El dialogo necesita mejorar la capacidad de escucha, que significa no interrumpir, el mensaje de las personas que hablan, pues el éxito está en dejar hablar y meditar lo que se dice, hay que escuchar para aprender y no responder reactivamente.
El arte de dialogar, está muy unido a saber comunicar bien nuestras ideas. Cuando hay diferentes ideas e iniciativas una efectiva inteligencia emocional, es fundamental para llegar a resultados.
Ideas bien trabajadas, soluciones prácticas y sobre todo facilitar los resultados tanto a los diputados como al Gobierno, debe tenerse en cuenta. Esta es la razón por la cual colocamos con tanto esmero y cuidado en este evento del dialogo nacional y Costa Rica espera resultados que enrumben, el país hacia la paz y el progreso.
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