Los helados
En su forma más simple, el helado es un alimento congelado, que por lo general se hace de productos lácteos, tales como leche, crema y a menudo en combinación con frutas u otros ingredientes y sabores.
El origen del helado se considera incierto, ya que el concepto del producto ha sufrido modificaciones en consonancia con el avance tecnológico, la generalización de su consumo y las exigencias de los consumidores.
Pese a ello, se puede fijar como origen probable del helado la presencia de bebidas heladas o enfriadas con nieve o hielo en las cortes babilónicas, antes de la era cristiana.
Pero hay quienes ubican el origen de este delicioso producto en Persia, actual Irán.
Los persas habían dominado ya la técnica de almacenar hielo dentro de grandes refrigeradores, enfriados de forma natural. Estos almacenes mantenían el hielo recogido durante el invierno o traído de las montañas en el verano. Trabajaban usando altos receptores de viento que mantenían el espacio de almacenado subterráneo a temperaturas frías. El hielo era luego mezclado con azafrán, frutas y otros sabores variados.
Pero fue en Italia, donde el heleado tomó un carácter de culto, ya que los italianos, fueron perfeccionando su elaboración y sobre todo su sabor.
Cuando Catalina de Médici, que era una noble italiana, contrajo matrimonio con Enrique II de Francia, ella hizo que su cocinero llevara las recetas de helados a la corte francesa, guardándose las mismas con mucho secreto.
En Francia se añadió huevo a las recetas. Una nieta de Catalina se casó con un príncipe inglés, llevando así el helado a Inglaterra. De esta manera, se difundieron estos productos en Europa llevándose luego a América durante la época de la colonización.
En la actualidad, así que en todo el mundo se consumen helados, pero los que lideran la lista son los neozelandeses, quienes se comen más de 26 litros por año, por persona, seguidos por los estadounidenses y los australianos.
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