Elecciones: momento para resolver asuntos políticos

Cada cuatro años elegimos gobernantes y debemos conducir nuestras acciones político-electorales con civilidad eligiendo a los mejores.

Muchos costarricenses se sienten defraudados por su última elección. Esa elección marcó la ruta y generó costos sociales actuales para el país entero. Hay que elegir siempre bien.

Costa Rica tiene cerca de un 30% de sus electores que no emite sufragio. En las últimas elecciones nombramos diputados en primera ronda, pero presidente y vicepresidentes en segunda. Muchos señalan que ellos no gustaban de votar y elegir a quien salió electo, pero es claro que un poco más del 60% de los votos emitidos, fueron para quien resultó electo. Su contrincante de segunda ronda despertaba grandes suspicacias en el electorado.

Los costarricenses deben de reflexionar seriamente al emitir su voto y todos, absolutamente todos deben de hacerlo. El abstencionismo es una falta democrática grave contra el país.

El desinterés y el no me importa, no ayudan y siempre perjudican. Por no votar, los elegidos no gozaron entonces y menos ahora del amplio respaldo que deberían tener. Basta sumar el abstencionismo a los votos de la oposición al electo para darse cuenta de su desventajosa situación.

Elegir personas sin destrezas para gobernar es muy perjudicial para el país y todos sus ciudadanos. El llevar candidatos sin la preparación, experiencia y destreza necesaria para hacer leyes o ejercer el poder ejecutivo nos lleva a mayores problemas. No basta que hable bien y sea simpático debe de ser apto para el puesto.

La elección es siempre un proceso de escogencia de personas calificadas para enfrentar y resolver los graves problemas políticos del país, pero el país elige siguiendo   motivos y emociones que están bien distanciados de las destrezas requeridas para presidir el país o legislar en el parlamento.

La elección es el momento de conocer y de estudiar los problemas del país, sus causas y sus soluciones. La elección es el momento para encontrar a los ciudadanos que puedan y sepan enfrentar y resolver los mismos para beneficio del país.

La elección de febrero de 2022 es el momento de resolver las preferencias de los diferentes enfoques. Nada tienen que ver problemas y personas con aspectos emotivos o distractores sociales. En desviar la atención de lo serio y grave los políticos son muy hábiles.

Desde ya, participemos, hagamos oposición, fortalezcamos la democracia, elijamos correctamente, siempre apuntando a las mejores y más capacitadas personas para resolver. Elijamos a las más diestras para dirigir, a las más integras, para así gozar del privilegio de contar con gobernantes de una sola pieza. No nos dejemos desviar en nuestra atención por sentimientos y emociones, imágenes y elementos efectistas que nos sacan de foco.