Feliz año 2021

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Feliz año 2021
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Quizás resulte no tan emotivo despedir el 2020, año difícil por demás, que a todos perjudicó, más que nostalgia, existe el sentimiento generalizado de que este capítulo se cierre cuanto antes.  Lo cierto es que, se añora retornar a la normalidad, se espera con ansia, esperanza e ilusión un nuevo año con mejores alternativas.

Sin embargo, la enseñanza que el 2020 deja a la humanidad es que, aprendimos a dar el verdadero valor a lo invaluable, como la vida misma, la salud, la libertad y la solidaridad.  Se perdió la tranquilidad, las oportunidades de progreso, surgió la incertidumbre y el temor, por ende, la crisis socioeconómica galopa sin control.

Un nuevo día, un nuevo año, un nuevo abanico de posibilidades se extiende para todas las personas.  La fe en Dios, la constancia, el trabajo, el optimismo y la responsabilidad, aunado a la vida, al amor y a la salud, son los insumos necesarios para superar la adversidad, generar bienestar y felicidad.

Hoy se extraña aquellos días en que las amistades socializaban, las familias se reunían, conocidos y desconocidos interactuaban libres, los apretones de mano, los abrazos y besos.  Sí, claro que se extraña y anhelamos como seres sociales por naturaleza que somos, sentir ese calor humano que la virtualidad jamás sustituirá.

La escala de valores que rige la existencia humana cambió, lo desechable, lo superficial, la inmediatez del placer por el placer, semejante a lo efímero de la virtualidad, enseñó a la humanidad que la realidad virtual es un espejismo, y que el contacto con la naturaleza y las personas fomenta los sentimientos y el sano apego.

El amor existe, como existe el egoísmo y la maldad, en medio de esta interacción humana de valores y antivalores, surge la esperanzadora realidad de que el bien triunfará sobre el mal.  La visión apocalíptica de las crisis, por las que ha atravesado la humanidad, demuestra que Dios siempre extiende su mano a la justicia y al bien.

Rumores escalofriantes, nubes grises, vientos de tormenta, verdad o ficción, no tienen que reprimir la alegría de vivir y recibir con entusiasmo el nuevo año 2021, con la frente en alto siente la briza cálida en su rostro, mira el futuro brillante, como el sol del verano, deje volar libre los sueños que se convertirán en realidad.

La crisis socioeconómica en Costa Rica galopa sin control, corrupción, falta de capacidad, carácter y voluntad política, es una realidad que el costarricense entiende como el principal problema país por resolver en el 2021.  El costarricense de verdad ama a Costa Rica y lo resolverá, amén a los políticos.

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