Grandes esperanzas
Debemos de pensar y discutir en todos los rincones de Costa Rica sobre los principales problemas del país, sobre sus soluciones y sobre las herramientas políticas del populismo empleadas electoralmente en el país como son los distractores sociales, el romper el tejido social con propósitos polarizadores, el impedir el foco de atención y discusión sobre los verdaderos problemas nacionales y claro sobre las soluciones a los mismos.
Este será un año electoral cuyas consecuencias serán decisivas para el futuro del país. La democracia y el estado de derecho estarán en juego en todas estas decisiones políticas a tomar en el futuro inmediato.
Enfrenta el país ahora la tarea de elegir a las nuevas autoridades. Este año 2021 veremos probablemente en consecuencia una explosión de populismo y de las más grandes ocurrencias de parte de quienes desean cazar votos, persuadir al pueblo de escogerlos a ellos y desviar la atención de los costarricenses de las graves dificultades del país.
Los costarricenses esperan que los candidatos hablen al electorado de la necesaria y urgente reforma del estado. Esperan que les describan cómo controlarán el gasto para que se sea igual o menor de los ingresos tributarios, aunque sea un proceso que demore años. Esperan que los costarricenses escuchen los proyectos de reforma a la Asamblea Legislativa para elegir diputados por nombre y nunca más por lista. Dentro de esta reforma esperan que el referéndum revocatorio de mandato para los diputados que resultaron un fracaso también pueda discutirse y aprobarse. Es urgente que los candidatos a todos los puestos de elección popular opinen y contribuyan en la elaboración de un plan de reactivación de la economía nacional ya que es urgente disminuir el desempleo sin contar con que el mejor ministro de hacienda para Costa Rica sería una economía en rápido crecimiento. Los costarricenses además desean, esperan y añoran candidatazos. Gente de primera. Líderes, con experiencia y con capacidad. Nunca figurones o improvisados.
Será sin duda un año en que se buscará dividir y polarizar a la sociedad. Espero que alguien les recuerde a los políticos que una sociedad dividida no sobrevive, sino que sucumbe.
Están deseosos los costarricenses de observar nuevas caras y planteamientos serios y que solventen los dolores que todos estamos sufriendo, que nos generen a todos nuevamente ilusiones y un sentido nacional de propósito.
Unidad nacional, resolución final de problemas, trabajo y pan para todos, así como justicia para que la impunidad sea cosa del pasado son elementos que son aspiraciones de las mayorías. Desgraciadamente otros pareciera que serán los temas que tratarán.
Feliz 2021, un año electoral trascendental. Se acaba el tiempo para defender y solidificar nuestra democracia.
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