Principal problema país
Lo más grave en el proceder humano, quizás no sea la ignorancia, la incapacidad o los oídos sordos ante la lógica, lo verdaderamente delicado, funesto y catastrófico, es la terquedad asociada al egoísmo, los intereses creados para beneficiar a los más poderosos y garantizar el despilfarro de un gobierno inoperante y falto de ideas.
Señor presidente don Carlos Alvarado Quesada, miembros del gabinete y diputados de la bancada del PAC, con el respeto que merecen, es preciso que de inmediato, empiecen a emerger las ideas frescas, justas e inclusivas, para su ejecución y así superar la grave crisis que, cada día, asfixia a los sectores más necesitados.
No sólo los sectores más pobres son afectados, la clase media está siendo aniquilada, el país, cada día, se hipoteca más, la corrupción desaparece los pocos recursos del Estado. El temor y la inseguridad ciudadana, la desactivación económica, el narcotráfico encontró su hogar y centro de distribución al extranjero.
Es profundamente lamentable llegar a la triste conclusión que, el “principal problema país”, son ustedes señores gobernantes, no es posible terminar de hipotecar a Costa Rica, y deteriorar el Régimen de Pensiones del IVM, al ofrecer al costarricense, después de toda una vida de trabajo, una vejez sumida en la pobreza.
No señores, este proceder falto de equidad, justicia social y ética profesional, es inadmisible, repugnante y vergonzoso. El pueblo de Costa Rica no los eligió para masacrar el Estado de Derecho, el pueblo de Costa Rica no les paga jugosos salarios, para acrecentar la desigualdad social y fomentar privilegios.
¿Cuál es el temor de don Carlos Alvarado y su grupo de colaboradores en hacer que, el rico pague al Estado como rico y el pobre como pobre? ¿Cuál es el temor de eliminar los siempre abusivos privilegios? ¿Cuál es el temor de cumplir con el mandato de equidad que les encomendó el pueblo costarricense?
No olviden gobernantes que, el costarricense es amante de la democracia, la justicia social y el Estado de derecho, Costa Rica no es una finca que ustedes pueden administrar dictatorialmente a su antojo e hipotecar, para que ustedes sigan con el despilfarro y la desidia de solucionar los graves problemas que aquejan al país.
Costa Rica no está en venta a las organizaciones financieras internacionales, Costa Rica es de los costarricenses y las futuras generaciones, por lo tanto, Costa Rica necesita de funcionarios honestos que, defiendan nuestro patrimonio, nuestra independencia democrática y los intereses justos y necesarios de las mayorías.
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