Seamos mejores ciudadanos
Cuando cada persona lucha por ser mejor, el país mejora. Aquí radica la lucha un tanto olvidada: ser mejores, en el trabajo, en el estudio, en la profesión, en todas las encrucijadas de la vida. Cuando se aprovecha el tiempo y se cambia la pasividad por la acción, surgen la esperanza de mejorar, el afán de justicia, la solidaridad y la unión y la consecución del bien común, el bien de todos. Porque cuando se lucha nace a la libertad un nuevo ciudadano como lo necesita el país. De la mejora personal despuntan la verdad, la libertad responsable y una convivencia con tono humano. De este sustrato interior de la mejora brota un costarricense amante de su patria.
El principal fundamento de nuestra democracia es el voto, y ha sido catalogada como la segunda democracia de América. La primera es la norteamericana. La costarricense data de 1821. Y si analizamos la realidad socio-política del país, nos convencemos de la necesidad del advenimiento de un ciudadano más consciente del capital depositado en sus manos: el voto. Afortunadamente, tenemos ciudadano dispuestos a salir de esa red de intereses ocultos que nos tiene atrapados; pero solo defendiendo nuestro sistema democrático con el voto podremos salir de esa red, inclinada a invalidar principios, valores, rectitud moral, honradez, derecho y paz.
Por el contrario, cuando el orden democrático se fortalece con el tesoro del voto y la viva voz del pueblo, los políticos se nutren de su prestigio y piensan dos veces las cosas para actuar. Nuestra finalidad es recordarle al costarricense el orgullo de disfrutar de una democracia prestigiosa e internacionalmente respetada. No obstante, nuestro régimen de libertad no vive por sí mismo, sino del voto. Este sistema político no se nutre con el agua mala del abstencionismo. Ojalá los oyentes valoren el capital del voto y se empeñen en defender el patrimonio inmaterial de la democracia.
En las próximas elecciones salgamos a votar, a defender este sistema, según lo contemplan la Constitución Política y el Código Electoral. Como costarricenses, debemos permanecer en democracia. Es nuestro ideal cívico por excelencia. Si se observan las cosas, en nuestro medio se hace necesario contar con la virtud del patriotismo. La define así el experto David Isaacs : “Reconoce lo que la patria le ha dado y le da. Le tributa el honor y servicio debidos, reforzando y defendiendo el conjunto de valores que representa, teniendo, a la vez, por suyos los afanes nobles de todos los países”.
Finalmente, recordemos la primera parte del artículo 93 de la Constitución Política: “El sufragio es función cívica primordial y obligatoria…” El único requisito es presentarse a votar cédula en mano. Como puede apreciarse, la Constitución nos invita a que seamos mejores ciudadanos. No perdamos esta oportunidad, debidamente organizada por el Tribunal Supremo de Elecciones.
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