Las elecciones generales
Estamos más o menos a once meses de la elección nacional. Hay que elegir en libertad. Los precandidatos deben surgir y proponer sus nombres en libertad. Los males de la libertad los resuelve la misma libertad. Los problemas de la democracia no los resuelve la supresión de la democracia sino la ampliación de la misma. Más libres, más democráticos, más participativos es el espíritu de nuestros días, no hacia la inversa.
¿Para qué elegimos? Elegimos para llevar al poder a las personas que pueden y saben resolver nuestros problemas.
¿No deberíamos entonces conocer y comparar más y mejor las destrezas aportadas por cada precandidato y nuestra problemática? En las últimas dos elecciones no hubo una discusión seria de los problemas, sino que prevaleció una estrategia de polarización social y de exaltación sentimental y emotiva.
El país concurrió a dos rondas para poder definir quiénes serían las autoridades sin haber discutido problemas, ni si las personas que serían electas tenían la capacidad y la experiencia probadas para enfrentar y resolver las dificultades del país. Se eligió a uno por rechazo de otro en segunda ronda. Nadie votó por las soluciones de los problemas nacionales.
Es claro que el ser humano es racional pero también es emotivo. Es claro que en todo proceso de elección los sentimientos y las imágenes son determinantes para tomar decisiones. Para el país ha sido muy dañino decidir haciendo a un lado la razón, el argumento, las ideas y los conceptos casi completamente. Hemos elegidos por imágenes y por corazonadas Hemos terminado de elegir espejismos publicitarios y luego hemos esperado que los espejismos electos tengan las destrezas que no buscamos a tiempo en campaña para entender, enfrentar y resolver los problemas. Los electores hemos sido y somos responsables de las escogencias siempre.
Nadie razona, todos repiten corruptos, ladrones. Hay déficit fiscal de acuerdo a muchos porque los políticos se roban el dinero. Han encontrado un estereotipo sencillo y un chivo expiatorio fácil de comprender. Encontraron supuestamente que nuestros problemas son el robo y los políticos ladrones, en lógica si suprimimos el robo y a los ladrones desaparecerán nuestros problemas. Las dificultades de país son muy complejas.
¿Quién habla de la reforma del estado? ¿Quién habla de la reforma legal del origen del gasto público? ¿Del control del gasto?
Las campañas son para conocer a las personas en sus capacidades, destrezas y trayectorias. Se deberían escoger los mejores que lleguen a solucionar los problemas. Pero los costarricenses no lo hemos estado haciendo así.
Estamos a meses, deberíamos comenzar a analizar problemas, personas con destrezas y sus soluciones a esos problemas. Muchos no desean ni votar, como si eso no agravara aún más nuestros problemas.
Los comentarios están cerrados.