Manuscritos del Mar Muerto
Los Manuscritos del Mar Muerto son uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del mundo, no solo por su trascendencia histórica, sino porque están relacionados directamente a la fe y a la tradición judeocristiana, pues permitió conocer cómo era la sociedad y la religión judía antes y después de los años en que habría vivido Jesús.
Se de una colección de casi mil manuscritos que van del año 250 antes de Cristo al 66 de la era cristiana.
Los textos están redactados en hebreo y arameo casi en su totalidad, solo con algunos ejemplares en griego. Los primeros siete fueron descubiertos accidentalmente por pastores beduinos a finales de 1946, en una cueva en las cercanías de las ruinas de Qumrán, en la orilla noroccidental del Mar Muerto. Posteriormente, hasta el año 1956, se encontraron manuscritos en un total de once cuevas de la misma región.
En Qumrán se han descubierto aproximadamente doscientas copias, la mayoría muy fragmentadas, de todos los libros de la Biblia de los judíos.
Pero lo interesante de todo esto es que, luego de 60 años, se han descubierto, nuevos fragmentos, esta vez escritos en griego, que se calcula que tienen unos 2 mil años de antigüedad.
Estas nuevas piezas fueron encontradas en un lugar llamado “La cueva del horror”, donde en los años 60s se hallaron cerca de 40 esqueletos con unos 1.900 años, de rebeldes judíos que lucharon contra el Imperio Romano.
Una de las curiosidades de esto es que los nuevos fragmentos son la tercera parte de unos textos que ya habían sido encontrados anteriormente. O — La primera parte fue hallada por los beduinos en los años 50; y la segunda, por arqueólogos, en los años 60s.
Los investigadores también encontraron en el lugar un conjunto de monedas, el esqueleto momificado de un niño de 6.000 años de antigüedad y una canasta de hace unos 10.000 años, que podría ser la más antigua del mundo.
Otro de los descubrimientos fue un alijo de monedas que, según las autoridades israelíes, contienen “símbolos judíos como un arpa y una palmera datilera”. También se hallaron “restos de flechas y puntas de lanza, tela tejida, sandalias e incluso peines para piojos”.
Fuente: diario El Comercio de Perú.
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