La tarea que falta

La Asamblea Legislativa debe procurar que, en estos meses de su última legislatura, se mantenga firme el compromiso de avanzar con las grandes reformas de nuestro Estado, que aún están pendientes.

De la aprobación de estas propuestas de transformación, dependerá que el Gobierno entrante disponga de condiciones favorables para sacar a nuestro país de la delicada situación fiscal en la que se encuentra y reactivar su deprimida economía.  Ofrecer esta oportunidad, es lo mínimo que se espera de nosotros y la mejor forma de agradecer a quienes nos confiaron con su voto, esta gran responsabilidad.  

Me refiero a reformas en materia educativa, infraestructura, pensiones, desarrollo regional y otros ámbitos, que ya se encuentran plasmadas en proyectos de ley. Ahora, la tarea que nos queda es la de sumar apoyos y aprobar estas iniciativas.

No son retos nuevos para esta Asamblea Legislativa; durante los últimos tres años hemos hecho importantes cambios, aún cuando representaran, para quiénes los impulsamos y apoyamos, un alto costo político.

Entre esas acciones decididas, puedo citar la reforma fiscal del 2018, la ley de huelgas del 2020 y la Ley Marco de Empleo Público que actualmente se sigue discutiendo.

Pero aún quedan importantes aportes por hacer, para darle orden a nuestro fragmentado y desordenado sistema de pensiones, modificaciones que no pueden seguirse postergando, según lo evidencian los mismos estudios actuariales de los distintos fondos.

Esperan también por prontas soluciones las comunidades ubicadas en los territorios periféricos de nuestro país, quienes parecen haber quedado atascados en el tiempo, a falta de inversiones por parte del Gobierno Central.

No hacer las reformas que se requieren, es condenar a nuestro país, pero aún más, a las poblaciones en condición de vulnerabilidad, a no ejercer sus derechos fundamentales, a no contar con un acceso a servicios básicos de calidad, a no desarrollar su potencial humano y profesional, a no poder emprender y contribuir al desarrollo económico.

Y a quienes aspiran a llegar a la Asamblea Legislativa a partir del 2021, les digo que la tarea continúa con ustedes. Es importante que mantengan y refuercen el espíritu reformista, que tanto nos ha costado defender. Apartarse de esta ruta, significará un retroceso y nos pondrá en peligro de caer, una vez más, en una situación de parálisis y la inevitable postergación en la toma de decisiones más relevantes.