Psicología y Bienestar al manejar

El vínculo entre la conducción y la salud mental es innegable. Estudios al respecto muestran cómo estar frente al volante contribuye al desarrollo de ansiedad, depresión, abuso de sustancias y otras muchas afecciones.

Por ejemplo, la American Driver Association en el año 2020, demostró que los conductores que se encontraban bajo situaciones muy difíciles, estas los distraìan y  tenían más probabilidades de sufrir un accidente que aquellos que conducían en equilibrio emocional.   

Con tantas adversidades en la vida diaria, se necesitan herramientas que ayuden a manejar el estrés que sentimos por las presiones del día a día, y la psicología del tráfico las proporciona.

Algunas personas tienden a explotar cuando se quedan atascadas en el tráfico y se vuelven muy agresivas con su situación, mientras que, otras tratan de no pensar en el problema y simplemente dejan pasar el tiempo.

El primer paso es mantener la calma y estar atento al entorno. Ser consciente de lo que sucede alrededor, para poder reaccionar en consecuencia si es necesario.

 Un segundo paso es  reducir las distracciones, estas pueden ser fatales y provocar accidentes graves. Por ejemplo con el teléfono celular. Todos sabemos que es importante llevarlo pero no para estarlo usando mientras se maneja, a pesar de ser una tarea desafiante para muchos conductores, lo responsable es detenerse para hablar y luego continuar.

Las distracciones, según los datos que proporciona la psicología del tráfico, son un problema común para muchos conductores, especialmente, cuando conducen largas distancias por esto la mejor y más segura opción es poner toda la atención en la carretera que tienen por delante.

Por eso, lo mejor es concentrarse en una tarea a la vez para que pueda mantenerse seguro y aprovechar al máximo el viaje.

Más que manejar un carro hay que manejar las emociones, ser congruente, respetar las reglas de tránsito, de vida, tener amor propio, hacia la familia y responsabilidad hacia las demás personas.