El gobierno del bicentenario nos quitó la celebración del Día de la Independencia
El bicentenario de la independencia de Costa Rica del Reino de España no fue el trece de setiembre de mil ochocientos veintiuno, sino el quince de setiembre de ese año; por lo tanto, el bicentenario, un hecho histórico de tal significancia, no debió celebrarse el trece de setiembre de dos mil veintiuno, sino el quince, pero bajo el argumento falaz de reactivar la economía, al gobierno y a los diputados que permitieron este atropello a la historia patria en la Asamblea Legislativa, no les importó deslucir una celebración patria tan significativa.
El bicentenario de la independencia es un momento para tener presente la obligación de recordar quiénes somos y, para saber esto, debemos saber de dónde venimos, pero una de las artimañas utilizadas por la izquierda radical, a lo largo y ancho del mundo, ha sido la de borrar de la mente de los pueblos sus raíces; poco a poco, no de golpe, como hicieron antes con el escudo nacional y ahora lo hacen con la ayuda de diputados complacientes, de cambiar el feriado del quince de setiembre al trece, bajo la excusa, como señalé, de reactivar la economía, cuando la evidencia práctica nos dice que lo último que le ha importado al gobierno es realmente que la economía se vuelva a levantar.
Al PAC poco o nada le ha importado reactivar la economía, sino que lo que ha hecho es atacar frontalmente a la patria, metiendo a cubanos de asesores técnicos, ampliando acuerdos de cooperación con el régimen cubano, que es el peor cáncer y la peor maldición que haya sufrido América Latina.
En su discurso inaugural el ocho de mayo de dos mil dieciocho, Carlos Alvarado Quesada se jactó de ser el gobierno del bicentenario, mencionando en reiteradas ocasiones a lo largo de su discurso este estribillo sobre los doscientos años.
Celebramos 200 años de independencia de España pero quienes detentan el poder pareciera no darle la debida importancia, más bien parece que añorarían más anexarse al régimen cubano y sus despreciables prácticas dictatoriales.
Costa Rica se independizó de España, pero ahora debe independizarse de la ideología chavista y sacar para siempre al PAC y a los chavistas que se han infiltrado todos los poderes de la República; queremos de vuelta al escudo nacional en donde nunca debió haber sido retirado y queremos celebrar nuestra independencia en su fecha.
El pueblo que olvida sus raíces históricas está condenado a divagar en la esclavitud mental, no permitamos a los déspotas e inicuos opresores que borren nuestra historia, porque el día que esto pase, estaremos condenados a formar parte de la cadena de países bajo el despreciable flagelo del chavismo y de sus narcogobiernos.
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