Disminuir la dependencia de los combustibles fósiles debe ser la meta país
Costa Rica importa todos los combustibles que utilizamos y al ser nosotros 100% dependientes de los derivados del petróleo, el comportamiento de los precios en el mercado petrolero internacional será un factor que determinará cuánto terminaremos pagando aquí en nuestro país por los combustibles que se venden.
De acuerdo con la estructura de los precios actual, al costo de importación se le suman luego el impuesto único, el Flete de transportistas locales, el Margen de Estaciones de Servicio del país, el Margen de Operación de RECOPE, Subsidios y varios cánones.
El costo por concepto de importación es el factor que más pesa dentro de la estructura de precios de los combustibles, ocupando un 47 % para las gasolinas y un 53 % para el diésel.
El segundo lugar en peso lo lleva el impuesto único que se creó mediante la Ley 8114 «Ley de Simplificación y Eficiencia Tributaria”,.
La carga impositiva es un monto fijo que se actualiza trimestralmente y actualmente pesa un 35% en el precio de las gasolinas y un 25% en el diésel.
Los costos operativos de RECOPE representan 47 colones por cada litro vendido de gasolinas o diésel lo que significa que en términos porcentuales un 6,6% en las gasolinas y un 8% en el caso diésel.
RECOPE plantea la necesidad de ir disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles y evolucionar a nuevas alternativas, ojalá de componentes nacionales y de producción local para bajar su costo.
Encontrar esas nuevas alternativas es un trabajo en el que RECOPE puede realizar en asocio con las empresas privadas si se le dan las facultades legales, así se podrá marcar una ruta al 2030 que nos permita la descarbonización del país con la introducción de energías más limpias y menos vulnerables a los vaivenes del mercado internacional, de componente nacional y por ende a más bajo costo.
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