Dejen de manosear a la educación

Luego de más de 30 años en el sistema educativo público y privado quiero gritar a los cuatro vientos: ¡dejen de manosear a la Educación!

Los niños de este país, los educadores y los buenos funcionarios del sistema educativo exigimos que nos dejen de tratar como botín politiquero, no somos los peones de su siniestro ajedrez. Un juego que cambia de rey y de reina cada cuatro años y donde miles de aprendientes pierden del juego de su vida. Si, porque la buena Educación es vida, una vida mejor para las familias.

Ya basta de improvisaciones y de corrupción en la Educación. Dejen de manosear a nuestro ejército, el que formamos en las aulas a lo largo y ancho del país. Permitan que otra vez los buenos educadores y funcionarios recuperen su alegría por enseñar y saquen de una buena vez a los mediocres y corruptos del sistema educativo.

Hemos sido muy pacientes con ustedes, que usan al sistema educativo como mecanismo para sus juegos politiqueros; que han convertido a las escuelas, colegios y direcciones regionales en flancos de sus juegos de poder, vanidad y ganancias. ¡Ya es suficiente!

Que las grandes discusiones que vengan en los próximos años sean por la calidad educativa, por cerrar la horrenda brecha que nos avergüenza y para que en todos los cantones y distritos de este país se garantice Educación con E mayúscula; pertinente a cada región y a las demandas del avanzado siglo XXI.

Que podamos ver a la cara a cada niño y sentirnos complacidos de que le dimos lo mejor de lo mejor: Educación de Calidad. Formado con las habilidades, competencias y técnicas que le permitirán un ascenso digno en la escala social. Todos los demás juegos politiqueros e ideológicos salen sobrando; todas las demás nauseabundas tácticas con el gremio salen sobrando.

Llegó la hora de los buenos Educadores, llegó el momento de levantar la voz y de hacerse sentir, porque la actual tragedia educativa debe mover a un cambio rotundo. No a un maquillaje para espurios intereses o adoctrinamientos baratos.

¿Quiénes son los llamados al cambio? Pues los buenos educadores y funcionarios, quienes todavía son la mayoría. No permitamos que se cansen y se vayan desilusionados y hartos de esta traición educativa. Porque miles y miles de estudiantes están esperando por un mejor futuro que solo la educación de calidad les puede dar.

Llegó la hora… nuestros niños están esperando…