¡Pólvora nunca más!
Durante décadas la víspera de “La Purísima” 7 de diciembre, conmemoración alusiva a la madre terrenal de Jesús, era sinónimo de reventadera de pólvora, este año por primera vez no escuché el estruendo.
Así como nación fuimos capaces de la abolición del ejército, ojalá, con igual determinación y coraje, le digamos al mundo: ¡En Costa Rica, pólvora nunca más¡
Un país con fundamentos democráticos enraizados en la educación, la salud y la promulgación de leyes para la sana convivencia, debe legislar de una vez por todas, para que al menos, ni un cinco de los contribuyentes se utilice en la compra de juego pirotécnicos, algunos con costos millonarios, como el realizado durante la conmemoración del bicentenario de la independencia.
Es bien sabido, todos los años, decenas de personas, especialmente niños, terminan quemados o mutilados por las explosiones.
Los animales, aves y perros con oídos altamente sensibles no entienden porque los agredimos hasta llevarlos a la muerte, mediante una práctica ancestral heredada de los chinos.
Es evidente, ningún padre o madre de familia en su sano juicio desea un niño sufra una quemadura, estas desgracias no ocurren por accidente, en el trasfondo de las laceraciones subyace la falta de cuidado y prevención, tal y como lo han señalado hasta la saciedad autoridades del Hospital Nacional de Niños, en la voz de la doctora Olga Arguedas y Carlos Jiménez, directora y subdirector respectivamente.
Un país supuestamente amante de la naturaleza no puede desconocer la sensibilidad auditiva de los animales, según los expertos, las explosiones con fuegos artificiales pueden emitir sonidos entre 150 y 190 decibeles, se estima a partir de los 65 se inician efectos de tensión en distintas especies.
Si los gobernantes locales o nacionales, llámense síndicos, regidores, alcaldes o los jerarcas del Poder Ejecutivo o cualquier otro de la república, quieren llamar la atención con pomposos juegos de pólvora, ¡saquen el dinero de su bolsillo! igualmente los padres, a quienes supuestamente les sobra el dinero para esos menesteres, en tiempos de estrechez económica, debemos ser cautelosos en la disposición de los fondos de los contribuyentes y las familias.
Ningún artefacto explosivo es inocuo en sus efectos, salvo los de uso controlado en manos expertas para el desarrollo de obras de infraestructura, deben ser totalmente restringidos en su ingreso al país, igualmente, como ciudadanos debemos oponernos a cualquier intención de flexibilizar la portación de armas.
José Figueres Ferrer, sabiamente decía al referirse a los ejércitos: “únicamente sirven para disparar hacia adentro”, parafraseando al extraordinario líder, la pólvora y las armas, son hermanas de la desgracia, cómplices del dolor y la tragedia, apuntan directamente corazón de la sociedad.
Los comentarios están cerrados.