Filosofía japonesa para el 2022
Recientemente Japón volvió a ocupar el tercer lugar como una de las economías más fuertes del mundo detrás de Estados Unidos y China; no es por casualidad que esto pasó, es la misma cultura japonesa de la disciplina la que los llevó ahí. Debemos imitar los buenos ejemplos y la filosofía de la disciplina, así como de la mejora continua de las compañías japonesas, su ejemplo podría servirnos como base para este nuevo año.
Empecemos por lo básico: El orden, la limpieza y la puntualidad. Estos tres elementos conforman la disciplina japonesa y ellos dicen que la disciplina eventualmente supera a la inteligencia. Entonces, a pesar de no tener la mejor educación académica ni tener la belleza de una estrella de cine o la inteligencia de Einstein, con disciplina, se pueden lograr muchas cosas.
Para ser disciplinados debemos comenzar por ser ordenados, porque ahí radica el primer elemento para vivir bien. El orden genera bienestar en nosotros y en quienes nos rodean. Al ser ordenados, no pasamos todo el día buscando las cosas que se nos habrían perdido en el desorden y con ello reducimos el estrés y la frustración.
Cuando somos limpios y mantenemos aseados nuestros hogares y lugares de trabajo, nos da gusto estar allí y además hay un ambiente salubre, tan importante siempre. Cuando, por el contrario, nuestros hogares, vehículos y lugares están sucios nos sentimos desanimados y ahí comienza la pereza, el malestar y por eso no avanzamos
Por último, con respecto a la disciplina, está la puntualidad, que en Costa Rica es casi un mito. Pocas son las personas que son puntuales y llegan a tiempo o hacen las tareas a tiempo. La pérdida de tiempo, que en opinión de este comentarista, la puntualidad es la segunda materia prima más importante después de la salud, es la que nos permite ganarnos la credibilidad de los demás.
Si aplicáramos estos tres principios, el orden, la limpieza y la puntualidad, seríamos disciplinados y otro gallo cantaría en nuestra querida Costa Rica, porque haríamos la fila, respetaríamos el espacio ajeno y cumpliríamos con lo que decimos que haríamos, todo sin necesidad de ser presionados por otros y a veces hasta tener que estar yendo a juzgados, para ver si así se logra cumplir lo que se acordó.
Costa Rica puede volver a ser la Suiza centroamericana, curiosamente, siguiendo la filosofía japonesa sus empresas son líderes en el mundo, donde la mejora continua, la búsqueda de la perfectibilidad, que no es lo mismo que la perfección, es el producto de ser disciplinados.
Como pueden ver, estimados radioescuchas, la disciplina supera eventualmente a la inteligencia y la perfectibilidad continua nos permite ser mejores. Si empezamos por aplicar esto en nuestros hogares cambiaremos a Costa Rica para bien y éste podría ser un excelente propósito para este año nuevo.
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