Una tierra sana y fecunda
Hoy la humanidad se enfrenta a una tierra cansada, languidecida, carente de nutrientes. Esta misma humanidad vuelve sus ojos, a la sabiduría con que los originarios trataban la Tierra a la que, percibían viva, porque de ella; sana y fecunda; brotaban, con que generosamente, alimentaba a hombres y animales.
Métodos modernos de cultivo, generalmente utilizando agroquímicos; pueden dejar residuos dañinos para la salud; una deforestación indiscriminada, cuyo resultado es la carencia de la insustituible agua, que es a la vez, garante de buenas cosechas. Procedimientos de cultivo que cansan la tierra y no la dejan recuperar sus nutrientes, es causa de escasas cosechas.
Esa tierra sana y fecunda también produce medicina para remediar dolencias. Si bien es cierto que, la ciencia aporta respuesta a las diferentes enfermedades, sería conveniente, que investigue aún más las propiedades medicinales que se encuentran en la naturaleza. Se reconoce el mérito y el esfuerzo de la ciencia por responder a propiciar una sana salud y tratar de responder a las diferentes vivencias de quienes integramos la creación.
Hay también otra tierra sana y fecunda, que se debe valorar, estimar y cuidar con esmero. Ella es el potencial de la reproducción humana que se encuentra en el santuario de la mujer, donde se manifiesta el Dios que otorga la vida.
Se valora el derecho a ejercer una maternidad y una paternidad responsables, que pueda albergar a los hijos que se engendren, buscando al mismo tiempo no limitar su número por temor a la responsabilidad de su crianza, ya que aunque se desvíen los afectos a otros seres, éstos demandarán también responsables cuidados, así que no garantizan la plena tranquilidad que, tal vez, se busca y que por las diversas circunstancias, no se alcanza en esta vida. La paternidad y la maternidad es toda una aventura, que si se trata de llevar conjunta y conscientemente, otorgan una gran realización humana.
Encontramos a la ciencia moderna respondiendo con métodos para controlar la concepción. Pero lo artificial; algunos sospechosamente abortivos o que se manipulan con procedimientos hormonales, son causantes de efectos secundarios desagradables, físicos y sicológicos, pudiendo alterar el sano funcionamiento de un aparato reproductor al invadirlo.
La pretendida legalización del aborto por la libre, también se encuentra entre estos métodos anticonceptivos artificiales, cuando lo que se produce es un riesgo a la salud física y sicológica de la mujer. A la cual se le recarga el peso mayormente en su organismo y en su mente, de este control de la natalidad por medio del libre aborto o de estos anticonceptivos artificiales. Mujer…¿Es esto realmente libertad?
Tierra sana y fecunda…que alimente a la creación…Tierra sana y fecunda…de mujeres libres de toda riesgosa exposición.
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