Tenemos un compromiso con la democracia

El próximo domingo 6 de febrero, todos los ciudadanos costarricenses: trabajadores, empresarios, adultos mayores, amas de casa y jóvenes, tenemos frente a nosotros la que es, quizá la decisión más importante para la democracia de Costa Rica.

En nuestras manos está la responsabilidad de elegir un nuevo gobierno que resguarde los valores de la democracia, la libertad y el bienestar de la población. Valores que le han costado muchos años y esfuerzo construir a nuestra sociedad y que bajo ninguna circunstancia podemos poner en riesgo.

Es necesario que todos salgamos a votar conscientes de que el país requiere encender el botón de la reactivación económica, de la generación de empleo, de la seguridad, de la salud y de la educación de calidad y que esto es lo que debemos demandar a los próximos gobernantes.

Los electores debemos exigirle al futuro gobierno poner las finanzas públicas en orden, procurar la eficiencia en el gasto público y evitar medidas o cargas impositivas a los sectores que ya más contribuyen.

Debemos tener presente que, del total de la deuda del país, el 76% es interna y la mayoría está en instituciones del Estado, por lo que no sería difícil renegociar esta deuda si hay voluntad política. Hoy el pago intereses representa el 4,4% del PIB y ese rubro debe reducirse. 

Desde el sector empresarial no nos detendremos en la búsqueda de alternativas que contribuyan con el desarrollo socioeconómico de Costa Rica, que fomenten la reactivación económica, la competitividad y la práctica empresarial responsable.

Pero esa lucha irá más allá, en cada micro, pequeña y gran empresa, los empresarios nos haremos sentir y demandaremos que esas alternativas sean prioridad para el futuro gobierno. El Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo requieren trabajar de la mano con un sector empresarial robusto, fortalecido, capaz de atraer y generar desarrollo a las comunidades.

Los empresarios consideramos además que debe existir igualdad de condiciones de aseguramiento para los trabajadores independientes; así como, contar con jornadas laborales más flexibles.  Esto permitiría reducir el desempleo, el subempleo, y la informalidad que afecta al 44% de la Población Económicamente Activa, principalmente a las mujeres y personas jóvenes que son las poblaciones más golpeadas por estos flagelos.

Necesitamos un gobierno capaz de reavivar la producción, de construir junto al sector empresarial y de retomar el norte que perdimos como país.

Costa Rica goza del prestigio de ocupar un espacio entre las 22 democracias más antiguas del mundo, y se ha consolidado como la decana en América Latina.

¡Vote este 6 de febrero, el poder está en sus manos!