La urgente prevención política-territorial de la Republica de Ucrania
Quienes tenemos como objetivos de vida propiciar y apoyar estrategias para la convivencia, la paz, la seguridad y el bienestar humano, consideramos que los diferentes escenarios político-territoriales de Ucrania, no deben dejarse exclusivamente en manos de la Federación de Rusia, los Estados Unidos de América y los países de la Unión Europea, ya que los involucrados solo verían la parte que les conviene, asunto que obliga a su prevención inmediata.
Los países fuera de ese bloque directa e indirectamente involucrados, tales como, Organismos Internacionales, destacadas personalidades que han favorecido acuerdos de paz, organizaciones no gubernamentales que procuran la convivencia humana entre los pueblos y premios nobeles de paz, convocados urgentemente por la Secretaria General de las Naciones Unidas, con el soporte de los instrumentos que confluyen en ese Foro, más el apoyo y la presencia de la Santa Sede, pidan con la celeridad del caso la interrupción inmediata de los ataques militar y verbales, que tienen a la región casi al borde del más nefasto castigo y sufrimiento a los ucranianos y a punto de generar una escalada de violencia regional con consecuencias impensables.
Urge buscar, como corresponde, las mejores posturas, para que las partes involucradas puedan acceder y acercarse a una solución política, negociada y pacífica del problema que se discute. Desafortunadamente, a la fecha de forma lastimosa, tal y como, están las cosas, no se vislumbra una solución a corto plazo, con el agravante propenso e inequívoco de que “las ojivas nucleares” apuntan hacia las direcciones antagónicas en conflicto.
Es imperativa la reducción de la escalada de tensión y violencia militares en esta región Europea, ya que dadas las condiciones y las relaciones que privan entre los estados en conflicto, son técnicamente impredecibles los resultados de una escalada militar. A inicios del siglo XXI, estamos frente a la posibilidad de asistir a la más grave emulación catastrófica de Hiroshima y Nagazaqui.
Ante esa gravísima situación, debe necesariamente imperar el criterio diplomático, antes que las siguientes amenazas ofensivas. Sin duda alguna, un enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos, transgrede las sagradas normas del derecho internacional y del básico sentiddo común.
Es necesario el concurso de los países concurrentes en este escenario, atendiendo los ingentes llamados de importantes líderes mundiales, propulsores de la convivencia pacífica y la paz, para buscar un ambiente pacífico, y solidario, para así generar una pronta y sensata solución a este conflicto, para evitar una confrontación que indudablemente con la sensatez de quienes vemos el mundo con ojos de esperanza, no queremos.
El mundo pide sensatez y respeto a la vida de inocentes; más vale prevenir a tiempo, que lamentar después.
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