Recuperemos y apoyemos a quienes han abandonado sus estudios
El silencioso esfuerzo de quien estudia, merece todo nuestro apoyo. Más de tres millones de personas en Costa Rica, no han concluido su bachillerato, según la encuesta de hogares. Esto es una grave pérdida humana y para el país una derrota. Si bien, algunos, sin esos estudios, tienen un trabajo remunerado, deben concluir sus estudios, para mejorar sus oportunidad en la vida.
Dos valiosos programas de oportunidades existen en el país, desde hace decenas de años, para mejorar la educación, desde la radio, con ayuda de la educación abierta, que organiza el Ministerio de Educación. Estos dos esfuerzos, tenemos que apoyarlos como toda oferta educativa que exista en el país.
Uno, es el libro Almanaque Escuela para todos, impulsado con la Fundación ICECU y el otro es el Maestro en Casa, puesto en marcha por el ICER, Instituto Costarricense de Enseñanza Radiofónica. Uno apuesta más por la radio, la lectura, y una cultura general. El otro por el estudio con los libros y la pagina denominada, en Facebook, el Maestro en casa, que ofrece los instrumentos necesarios, para ganar con éxito el bachillerato.
El ICER con el apoyo de tutorías, para sacar el Bachillerato a distancia, la Universidad de Costra Rica, estudiantes de últimos años, de diferentes carreras universitarias, con el aporte de la Doctora Maria Marta Camacho directora de este programa, han iniciado una valiosa asesoría, para que más estudiantes puedan dar tan importante paso en sus vidas al concluir sus estudios pendientes.
Esos importantes sistemas educativos, permiten a quienes han abandonado sus estudios dar pasos en firme para continuar su formación educativa. Estos programas aportan y tratan de dar opciones claras, a las diferentes preguntas, que el estudiante se hace en las materias que deben aprobar. De esta manera cientos de costarricenses avanzan en sus estudios hasta concluirlos, tanto a nivel escolar como en la enseñanza media.
Costa Rica urge dar un sólido cambio al sistema educativo nacional, de manera que podamos lograr una capacitación educativa a muchos educadores, que durante estos años de pandemia, no han tenido la suficiente capacitación. La formación constante de los educadores es un gran aporte en su carrera docente en beneficio de su alumnos, objetivo central de las educación nacional.
Concluimos con un respetuoso llamado. Pregúntese estimado oyente, cuando pase por un centro educativo, cuál podria ser su aporte para mejorarlo. ¿Quizás donar libros, materiales de estudio, financiar becas o reparar algún daño menor a las instalaciones educativas?
El alma de toda escuela es su junta escolar pero también sus vecinos. Pongamos nuestro pequeño aporte en beneficio de la educación nacional. Lo importante es que, en la medida de nuestras posibilidades, nos involucremos en ser parte de la solución a esta importante tareas que es la educación.
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