Luchemos por nuestro propio 10
El gran secreto del milagro japonés es la tecnología de lo obvio, es decir, aprendieron del mejor, analizaron los mercados extranjeros y eligieron al los que tenían calificación 10 de Excelencia en todo lo que hacían. O sea, solamente compran materias primas a las empresas con nivel 10 en calidad.
Los tecnólogos japoneses piensan que hay que aprovechar la experiencia de los que están en la cumbre y que si “un enano” se sube en los hombros de un gigante verá aún más lejos que el propio gigante. La interrogantes es: ¿Por qué el ser humano se debe superar?… ¿Porqué es importante la superación?
Estoy convencido que es un gran compromiso el haber nacido pues no somos frutos de la casuística ni de la casualidad; todos tenemos una misión que cumplir, tenemos que llegar a obtener nuestro propio 10 y entregarlo a las nuevas generaciones como punto de partida. Gracias a los hombres y mujeres 10 hoy tenemos luz eléctrica, vacunas contra todo tipo de enfermedades, telecomunicaciones, internet, radio, televisión, celulares, medios de transporte, máquinas que agilizan el trabajo, derechos humanos, libertad, democracia, en fin una gran cantidad de ventajas que nos ayudan a vivir mejor .
Entonces, si otros han hecho inventos y acciones para mejorar la vida… ¿qué estamos haciendo nosotros?. Definitivamente no nos tiene que preocupar que le vamos a heredar materialmente a nuestros hijos, no debemos angustiarnos por ello, lo que tenemos que preguntarnos es: ¿qué hijos vamos a heredar al mundo?… ¿Serán hijos que sumen, que enriquezcan, que construyan?… o hijos sin propósitos que no tienen ni siquiera valor para ser honestos y ser mejores…
En fin, debemos estar convencidos, que al dejar este mundo, lo estamos dejando mucho mejor de lo que lo encontramos al llegar a la vida, para tener la conciencia tranquila y descansar en paz.
Qué no nos pase como a cierto ex baterista de un Grupo famoso que dijo que se sentía feliz de la vida porque al levantarse en la mañana ya todo estaba listo y él no había tenido que hacer nada.
No nos acostumbremos a la mediocridad y el conformismo de esperar que sean otros los que piensen y decidan por nosotros. Se aproximan momentos difíciles, momentos de cambio y todo aquél que no asuma íntegramente su responsabilidad, luego entonces no tendrá derecho a quejarse.
El mundo necesita hombres y mujeres con dignidad, que luchen y que exijan mejores formas y condiciones de vida. Tal como lo dijera Jorge Debravo: “Hoy no es día de ponerse a sumar amoríos ni inventariar los sueños y las tristeza viejas, hoy es día de arrancar las plantas amargadas, de arrojarlas al fuego y de aventarlas”
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