Ver con amor y respeto al pasado
El proceso de evolución del ser humano, implica que tengamos experiencias buenas y malas desde el momento en que nacemos. Es el aprendizaje natural con el cual se va dando la adaptación a la vida.
Sin embargo, muchas personas han tenido que pasar por heridas de infancia muy dolorosas, y para poder soportarlo el inconsciente guarda la información y la saca cuando considera que ya es el momento de enfrentar de nuevo el trauma.
La forma de salir es a través de síntomas. Los más frecuentes son sueños recurrentes angustiosos, miedos inesperados, ansiedad, ataques de pánico, depresión y en algunos casos violencia incontrolable ante algunos temas o comentarios en la familia.
Lo que el inconsciente pide con estos síntomas es un llamado para volver al pasado. No con el fin de reprochar a quienes dañaron, ni pelearse. La tarea es ver con amor y respeto la historia que se tuvo que sufrir. Se trata de sanar el alma para poder salir de la victimización, del rencor y sobre todo del rencor que tanto malestar provoca en la vida diaria.
Por ejemplo, una persona que de niño le violaron la mayoría de sus derechos, la humillaron, y torturaron, debe volver a esos horribles recuerdos, verlos con otros ojos. Llorarlo de nuevo, aceptar que fue malo, doloroso y que trajo grandes consecuencias afectivas, en especial pérdida de seguridad, afecto y autoestima.
Revivirlo con llanto profundo, y a la vez con ganas de superarlo. Esto genera un cambio de consciencia. Comprender mejor lo que pasó, lo cual no significa que los otros no asuman sus consecuencias. Signica que se deja de juzgar liberando los resentimientos.
No es fácil, se requiere valor. Volver a ser feliz hay que trabajarlo constantemente. Lo que se gana es dejar el condicionamiento del dolor, vacío y frialdad del alma. Abre una puerta interior hacia la espiritualidad, bondad y agradecimiento. Es decir; vivir mejor.
Los comentarios están cerrados.