El terrible flagelo del narcotráfico y la drogadicción
Desde hace tiempo que las autoridades están estudiando la difícil situación de las muertes violentas en Limón y otros lugares del país, donde casi a diario, ocurren graves hechos delictivos; un inmenso tráfico de droga a varios kilómetros de Limón y también adentro del mar Pacífico, delante de la ciudad de Quepos las autoridades, recientemente, dieron con otro tráfico de droga.
La vigente situación del ataque de la droga contra nuestro país, tiene vinculaciones nacionales e internacionales, así como, profundas causas en la pobreza y carencias educativas.
Las responsabilidades internacionales se dirigen hacia los países productores de droga en el Sur de nuestro continente, como es el caso de Colombia. Si bien, Costa Rica agradece la ayuda de la policía colombiana le brinda en el combate del tráfico de drogas; el tema, está adquiriendo, cada vez más, con mayor gravedad, por lo que, se requiere de una fuerte acción del gobierno colombiano contra el tráfico de drogas, en el mar Pacifico y Atlántico. Es necesario reiterarle a las autoridades colombianas, que el tráfico de drogas atenta contra la población de Costa Rica.
La segunda etapa de esta batalla, frente a las drogas, está en cada una de nuestras casas, centros educativos y municipalidades. Ante el embate de las drogas y de los traficantes, este país, en cada comunidad, en cada centro educativo, requiere de una claridad educativa frente al mal de las drogas. Cada padre de familia, cada maestro debe recibir la capacitación necesaria para ser un fuerte apoyo en el combate de la droga.
La fuerza más sólida frente a la droga, es la prevención familiar y capacitación de nuestros educadores, no hay ningún conjunto de esta sociedad que sea tan importante como los padres y los docentes. Hay que unir asociaciones de educadores, profesores universitarios, sindicatos educativos para elevar el nivel moral de nuestros estudiantes y padres de familia, frente al daño moral y mortal, que está haciendo la droga en nuestro sociedad.
La violencia en calles, ciudades, costas y lugares alejados, en las montañas, donde caen aviones y se trafica cocaína, allí se está llevando adelante, el teatro violento de nuestro caos en el combate de la droga.
Esta batalla por los valores y el combate de la droga, requiere el aporte de todos. Concluyo haciendo también un llamado a las autoridades públicas y privadas que administran el futbol, deporte que tiene un profundo arraigo en nuestra niñez y a juventud. La Federación Costarricense de Futbol, los equipos nacionales de futbol, no pueden ver hacia otro lado. Deben involucrarse día y noche, en la construcción, de una nueva Costa Rica, con formación, educación y liderazgo, de manera que podamos frenar, con su ayuda, este perverso embate nacional.
Una constante vigilancia de las autoridades pero también de la ciudadanía hará posible que Costa Rica cambie; si no lo hacemos hoy, ahora, el país se perderá y Costa Rica vale mucho, usted y yo podemos dar una mano para reconstruir los valores sólidos que algunos nos quieren arrebatar.
Los comentarios están cerrados.