Agradezcamos por nuestra patria
La fuerza de la fe de una nación creyente ha brindado a nuestro país la unidad interna y el equilibrio necesario para enfrentar la adversidad con la profundidad y la fortaleza que ofrece Dios a la humanidad.
Al cumplir 201 años de vida independiente no debemos olvidar las raíces que nos han traído a este momento de la historia. En medio de dificultades y retos, de metas alcanzadas y otras por forjar, nuestra sociedad no puede detenerse; debe seguir caminando para consolidar nuestro Estado social de derecho en beneficio de todos.
Por eso, agradecemos a Dios que haya cuidado de nuestra patria, y los que somos creyentes la seguimos encomendando a él para que la libre de todo mal y permita el desarrollo integral de la familia costarricense.
El acceso a la seguridad social, la libertad de expresión, la educación gratuita y obligatoria han sido punta de lanza en la visión del país que se fue creando con el paso de los años. Seguir consolidando sus bases es trascendental para garantizar un futuro sostenible a las nuevas generaciones.
Pero, también lo es el seguir garantizando la vida como derecho sagrado y constitucional. Nuestro país tiene una larga trayectoria de aprecio por la vida humana, desde que derogó la pena de muerte y desde que abolió el ejército.
Hoy más que nunca se impone la ratificación de la defensa por la vida en medio de ideologías que se abren paso en perjuicio de la dignidad humana y en contra de los principios fundantes de nuestra nación.
Luego de más de dos siglos de vida independiente tenemos grandes motivos para celebrar el hecho de haber nacido en Costa Rica. Nos corresponde trabajar con el fin de heredar a otros los dones que como país hemos recibido.
Hemos superado muchos obstáculos en el pasado y aún nos queda por superar una dura crisis que agudizó la pandemia en diferentes materias: educación, salud, economía…
Sacar adelante a cientos de miles de personas en pobreza, que buscan un empleo digno, que necesitan acceso a educación de calidad, vivienda digna y otras condiciones necesarias para la vida es una tarea que no puede postergarse más.
La fuerza de la fe y un espíritu decidido que abrace al hermano en necesidad son los bastiones que nos permitirán caminar orgullosos de celebrar 201 años de vida independiente y labrar el futuro para consolidar a nuestra querida Costa Rica. Dios bendiga a nuestra Patria.
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