La guerra de Rusia contra Ucrania continúa
Desde la invasión rusa a Ucrania han pasado casi 300 días. El dolor, sufrimiento y pérdidas de vidas y destrucción de la infraestructura de los ucranianos ha sido enorme y continúa inexorablemente. Entre Rusia y Ucrania se siguen matando.
A pesar de lo anterior, pareciera que el mundo le ha prestado mayor atención al campeonato mundial de fútbol que se lleva a cabo en Qatar, que la tragedia que vive el pueblo ucraniano.
Lo paradójico de esta guerra es que todos sabemos que al final fundamentalmente es un conflicto geopolítico entre Rusia y Estados Unidos, pero Ucrania pone los muertos y su territorio, igualmente, Rusia ha puesto muertos.
También esa paradoja se presenta cuando escuchamos que las negociaciones para ponerle fin a esa guerra las llevan a cabo funcionarios de Rusia y Estados Unidos junto con miembros de la OTAN.
Viene un invierno que sin duda será cruel e inclemente y desde luego que ese invierno que se avecina será un elemento más en la guerra, que afectará no solo a Ucrania sino a toda Europa.
La pretensión de poner un tope al valor del barril del petróleo ruso, que se envía a Europa ha tenido como respuesta de parte del presidente ruso Vladimir Putin el cortar el suministro del petróleo ruso y también la posibilidad de dejar de suministrar el gas necesario para la calefacción en Europa. Esta es una situación muy complicada que obviamente será manejada por Rusia para su beneficio.
Mientras tanto, pareciera que el resto del mundo sigue con mayor interés que lo pueda suceder el mundial del fútbol, que sobre las eventuales consecuencias que habrán si esta guerra continúa y si no se logra pronto un acuerdo. Las consecuencias serán catastróficas para millones de ciudadanos europeos, especialmente, para los ucranianos que dados los ataques rusos a instalaciones eléctricas no pueden tener las posibilidades de calentarse ante el invierno.
Un conflicto bélico que todos supimos cómo inició pero como lo hemos dicho, nadie sabe cómo terminará y qué consecuencias tendrá para ambos países; así como los europeos y hasta para el resto del mundo.
Dios quiera que muy pronto se puedan llegar a acuerdos y se le ponga término a una guerra, lamentablemente, propiciada por oscuros intereses geopolíticos;.
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