Benedicto Papa de los jóvenes
¿Qué pueden aprender los jóvenes de Benedicto XVI, el pontífice que recientemente ha fallecido? Sin lugar a dudas, es su sentido de la esperanza y del estudio. Él fue un Papa, que asistió a numerosos encuentros con jóvenes, celebrados en Alemania, Australia, Polonia, España y Roma, además de su viaje al África.
En todas sus giras sabía que los jóvenes eran y son la esperanza y el futuro, y esto fue el centro de su misión. La razón es que Benedicto XVI siempre fue un profesor, un docente de la fe y del pensamiento. Nos deja una clara advertencia en su testamento final: ¡Manténganse firmes en la fe. ¡No se dejen confundir! Por ser un gran talento de la humanidad aquí desde la radio, desde Panorama, queremos unirnos a su homenaje mundial.
Benedicto VI fue siempre, un profesor de gente joven. Incluso en verano, tomaba una semana de vacaciones de sus alumnos, y los invitaba a organizar jornadas especiales de estudio, para sus antiguos y nuevos alumnos. Leer, estudiar, rezar y proponer, fue su constante, y el diálogo, como norma permanente. Hablaba con disidentes en diferentes mesas redondas e idiomas, respetando siempre ideas, proponiendo sus alternativas para encontrar siempre la verdad.
Fue un hombre de carácter sereno un hombre de pensamiento y razón, con una inmensa capacidad de diálogo, que es ejemplo para nuestra democracia, unido a la gran cantidad de obras escritas. Otro tema fundamental, que dejó el Papa Benedicto fue su constante enseñanza de la doctrina social de la iglesia. Este documento, concretado en una encíclica sobre la caridad, nos resalta la importancia de la justicia social en los momento que estamos viviendo, así como, la defensa de la vida humana y su respeto a su dignidad.
Y sobre la política comentó: «qué …debe ser importante para un político. Su criterio último, y la motivación para su trabajo como político, no debe ser el éxito y mucho menos el beneficio material. La política debe ser un compromiso por la justicia y crear así las condiciones básicas para la paz. Naturalmente, un político buscará el éxito, sin el cual nunca tendría la posibilidad de una acción política efectiva. Pero el éxito está subordinado al criterio de la justicia, a la voluntad de aplicar el derecho y a la comprensión del derecho “, manifestó Benedicto XVI
Y dirigiéndose a los jóvenes dijo: «Estamos atravesando un período histórico muy particular. El progreso técnico nos ha ofrecido posibilidades inauditas de interacción entre los hombres y la población, más la globalización de estas relaciones sólo será positiva y hará crecer el mundo en humanidad si se basa no en el materialismo, sino en el amor, que es la única realidad capaz de colmar el corazón de cada uno y de unir a las personas. Dios es amor. El hombre que se olvida de Dios se queda sin esperanza y es incapaz de amar a su semejante. Por ello, es urgente testimoniar la presencia de Dios, para que cada uno la pueda experimentar. La salvación de la humanidad y la salvación de cada uno de nosotros están en juego.”.
Hasta aquí este homenaje a Benedicto XVI cuyos escritos dan para muchas y positivas enseñanzas
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