Se ha perdido el camino de respeto a los valores en la sociedad costarricense
Los valores siempre han estado presentes y son fundamentales para la buena convivencia de los costarricenses. Los valores son importantes en nuestra vida porque nos ayuda a formar a las personas. Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Un valor verdadero y universalmente aceptable es el que produce un comportamiento que beneficia tanto a quienes lo ejercitan como a quienes lo reciben.
Nuestro país ya no es la “Suiza Centroamérica”, desde hace varios años, concepción esta utilizada por el recordado humanista cartaginés Mario Sancho, y que diferenciaba a Costa Rica de los otros países centroamericanos en aspectos políticos, avances en educación y salud.
El país se ve inmerso en una gran crisis de valores como la honradez, la transparencia, integridad, solidaridad y honestidad. Se siente, con cierto pesar, la cada vez más notable pérdida de valores en nuestro país y se dan una serie de situaciones que reflejan dicha situación como el deseo de muchos de obtener recursos lo más fácil y rápido posible; por lo que, ha permeado tanto el narcotráfico, el lavado de dinero, la evasión y colusión en el pago de impuestos, el aprobar privilegios para unos pocos. La falta de solidaridad de los costarricenses, la corrupción que se sigue dando en el sector público y privado.
Un elemento sustancial se refiere a la que la pérdida de valores se ha dado de manera continuada, donde en épocas anteriores valores como la honestidad, integridad y respecto a los demás, eran el norte que guiaba el accionar de los costarricense. Actualmente, más bien predominan los anti valores como “Hacerse rico sin trabajar mucho”, “No importan los medios para lograr los fines “y “La poca transparencia en las actuaciones de las personas”.
Nos hemos acostumbrados a problemas de corrupción, de inseguridad ciudadana y a ser menos solidarios.
El desarrollo social y económico actual exige, hoy más que nunca, de las instituciones responsables de la formación de personas, una respuesta oportuna y proactiva, porque debemos seguir creyendo que hay esperanza, que se pueden generar los cambios desde el seno mismo de la familia, de la escuela y por ende de la sociedad. El proceso de construcción de una sociedad con elevados valores, se puede llevar a cabo en la medida que la sociedad costarricense como un todo sea más solidaria y transparente.
Me llama la atención haciendo fila en algunos lugares, como algunas personas que no guardan la distancia y me “dicen de algo hay que morirse”. Por otro lado, se dan decisiones en el país, donde hay intereses creados, que muchas veces, ciertamente no son los mejores para el país.
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