El deterioro de las calles

Basta hacer un recorrido por las calles de Costa Rica para darse cuenta el deterioro de las mismas. Sabemos que hay mega proyectos que deben finalizarse, como la carretera a San Carlos, la ruta 32, circunvalación norte-oeste, los pasos elevados de Taras y La Lima en Cartago, por citar unos ejemplo.

 Pero la red vial por donde quiera que usted circule, en general, está en pésimas condiciones. Ni siquiera voy a citar ejemplos de esta realidad porque cualquiera que nos escuche coincidirá conmigo y dirá, eso está pasando por mi casa. Son años de falta de mantenimiento eficaz en muchísimos kilómetros de calles y carreteras; hoy, sabemos que no hay recursos financieros suficientes para cambiar la carpeta asfáltica en su totalidad en muchos de esos puntos deteriorados y mucho menos a toda la red vial nacional. A estas alturas creo que nos conformamos con bacheos, pero lamentablemente ni eso vemos.

Eso es tan solo uno de los males que nos quejan como sociedad. ¿En qué punto Costa Rica se convirtió en un país que simplemente deja pasar las cosas?

Acá todos nos preguntamos qué pasa con los dineros de los recursos de derechos de circulación de vehículos que se pagan año con año. ¿Qué pasa con todas las cargas que pagan los que tienen un vehículo?

El problema más allá del deterioro de un automotor por caer en un hueco, y su dueño tiene que ver cómo paga las reparaciones a su vehículo; pero ante el mal estado de las carreteras, el mal mayor y grave peligro es la posibilidad de que se dé un grave accidente, afectando vidas humanas.

Otro aspecto del serio deterioro de las calles y carreteras tiene que ver con el congestionamiento vehicular y el tiempo que se pierde para ir de un punto a otro; la calidad de vida de los conductores y acompañantes se deteriora con el paso de las horas esperando avanzar en una fila de autos que les parece interminable; esto sin importar si es verano o invierno, tampoco importa si es día laboral, fin de semana o feriado.

Somos testigos de los deslizamientos en las carreteras, que se dan en distintos puntos del país, poniendo en peligro las vidas humanas, y esto parece que seguirá  siendo una bomba de tiempo y fuente de lamentables noticias.

Según ha sido informado por la prensa,  en varias ocasiones, el Ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, ha indicado que recuperar la red vial nacional tomará unos 9 años con los actuales recursos económicos.

Otro efecto negativo que podríamos destacar es la falta de competitividad que produce el mal estado de las carreteras en el ámbito del turismo y producción nacional.  Nuestras calles y carreteras, con contadísimas excepciones, sin duda, se llevan un premio mundial por el nivel de deterioro en que se encuentran.

Repito, el deterioro vial solo es solo uno de los males: ¿En qué punto se perdió Costa Rica en su camino de buscar mejorar el bienestar de su gente? ¿En qué punto nadie hace nada y solo nos quedamos observando como si fuéramos de piedra?