Entre menos alternativas más sencillo decidir
Cada mañana al despertar inicia la toma de decisiones del día: qué nos vamos a poner, qué vamos a desayunar, qué le vamos a decir a nuestros hijos, qué camino vamos a tomar al trabajo. Todo el día pasamos tomando decisiones, incluso, sin darnos cuenta.
La mayoría de esas decisiones, podríamos llamarlas triviales o sin importancia, pero pueden generarnos más estrés del que imaginamos.
Los estudios indican que entre más opciones tengamos, más estrés desarrollamos, por lo que hoy la ciencia nos dice que, para decidir mejor, lo preferible es manejar un número de alternativas reducido.
Atención a este ejemplo: En el año 2000 un grupo de investigadores probaron esto de la forma más simple, pusieron en un supermercado un estante con 24 tipos de mermeladas y dejaron que los clientes los vieran. En dicha prueba, solo el 3% de las personas compraron una mermelada.
Luego hicieron el mismo ejercicio, pero dejando solo seis mermeladas, el resultado fue que el 30% de los clientes compró.
Así que la lección que obtenemos de esta experiencia es que, si vamos a ofrecer un producto o servicio, tal vez sea mejor ofrecer unas pocas alternativas a la persona, para que esta se sienta más segura de escoger, ya que cuando abundan las opciones, se empieza a estresar y preferimos no comprar nada, al menos, no en ese momento.
Pero volvamos al inicio de esta cápsula, cuando hablamos de las decisiones que tomamos cada mañana, por ejemplo qué desayunar o la ruta por la cual irnos al trabajo.
Hay personas que no piensan mucho eso, desayunan lo mismo todos los días, por ejemplo, gallo pinto. Y también muchas se van al trabajo por la misma ruta toooodos los días.
Esa rutina o hábito, aunque suene aburrido, es buenísimo para el cerebro, porque evita que se estrese por cosas sin importancia, funciona, digamos que “en automático”
Si trasladamos esa experiencia a las compras, muchas personas también compran lo mismo por hábito, por lo que hacerlas cambiar de decisión no es sencillo y se complica aun más si les ofrecen muchas opciones, porque, como ya explicamos, muchas alternativas, se convierte en un estrés para el cerebro.
Fuente BBC Mundo:
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