Buscar consensos debe ser la consigna para bien del país
Es muy complicado para quienes pretenden romper arraigados paradigmas, lograrlo sin crear las condiciones que propicien un diálogo respetuoso e integral y sobre todo sin alusiones negativas a terceros, pues estas que no aportan valor agregado alguno, para lograr el necesario clima para un diálogo efectivo.
Al inicio del actual mandato presidencial, se hicieron manifestaciones referidas a los al poder Judicial y Legislativo que dejaron sembrada la semilla de la discordia y por ello se creó un ambiente inconveniente entre los poderes del Estado.
Ciertamente eso no favoreció las condiciones políticas necesarias para lograr conseguir los necesarios acuerdos. Es así como, en esta legislatura y en este período de sesiones extraordinarias, en el que el poder Ejecutivo establece su agenda, no hay mucho avance en los proyectos enviados por él y posiblemente así será en los próximos años, si no se dan los cambios necesarios en actitudes y comportamientos, especialmente de quién debe dar el ejemplo.
Ciertamente es una situación complicada porque al final quien sigue viéndose afectado y sufriendo las consecuencias por esas estériles confrontaciones entre poderes del Estado, es el pueblo mismo.
La debilidad del gobierno central, del poder Ejecutivo, en cuanto a sus pretensiones de avanzar en proyectos de su interés es notoria, como se dijo, por la falta de haber tendido los encuentros necesarios para lograr los apoyo de las bancadas legislativas, incluso en la oficialista. En no pocos casos, a la hora de entablar posibilidades de diálogo, se evidencia una gran falta de inteligencia emocional de algunos altos funcionarios del Ejecutivo como del Legislativo, para forjar consensos y lograr ese apoyo que se necesita para avanzar y construir. Para que esto cambie debe haber un diálogo abierto, transparente, respetuoso y especialmente humilde.
Algunos, ante esas circunstancias de poco avance en lo legislativo y por ende en el desarrollo en muchas áreas del país, comparan esta situación de no avance con lo que sucede en otros países, en donde el Ejecutivo logra los apoyos en lo legislativo y judicial; sin embargo, esta comparación no es válida para nuestro país, dada las diferencias abismales en el cómo se ha logrado el consenso en esos países.
Lo que sí es posible lograr, insisto, es que haya más humildad en las manifestaciones del Ejecutivo y así lograr que se dé un diálogo más respetuoso, sincero y transparente con quienes tienen posiciones distintas, para que de esta manera lograr convencer y para lograr esto, necesariamente, se tendrá que tender puentes y no seguir abriendo heridas y causando distanciamientos, que al final lo único que logran son mayor oposición, mayor división y mayor resentimiento.
Dios quiera que las posiciones cambien y se logren los urgentes acuerdos consensuados para bien del país.
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