Solidarismo y elecciones nacionales
Costa Rica se encuentra a las puertas de un nuevo proceso electoral. Los solidaristas tenemos el derecho y deber de ir a votar en un momento de nuestra historia con amplios desafíos que amenazan con echar marcha atrás los logros alcanzados por los costarricenses, como parte de nuestro régimen democrático y estado social de bienestar.
Vivimos momentos aciagos con nubarrones en el frente socioeconómico que incluyen estancamiento en el crecimiento, una situación fiscal apremiante, niveles inaceptables de desempleo, la sostenibilidad del régimen de pensiones en aprietos, con rezagos socialmente insostenibles en la pobreza y en justicia redistributiva. A estos nubarrones, debemos agregar la innegable pérdida de confianza en la política, como medio de expresión y canalización de los anhelos y aspiraciones legítimas de los ciudadanos, la inseguridad, el agotamiento de la institucionalidad estatal y la corrupción como detonantes de esa pérdida de confianza que es grave para la estabilidad y continuidad de nuestro sistema democrático.
Reiteradamente Don Alberto Martén señaló, en sus escritos, que su objetivo era promover valores, principios y acciones con sello solidarista para la transformación política, social y económica de Costa Rica. Y como si su pensamiento hubiera sido vertido hoy, señalaba que “…lo que debe rectificarse no son los detalles y adornos del régimen, sino los conceptos básicos, los planteamientos centrales de los que se deriva todo el ordenamiento social. Hay que cambiar el módulo del edificio institucional que alberga a la humanidad”.
En nuestro sistema democrático, esa acción demanda una posición responsable de los solidaristas a la hora de elegir a nuestro próximo Presidente. Es fundamental votar a conciencia por un candidato que pueda, con su liderazgo, carácter y propuestas, contribuir a generar un dialogo social amplio entre partidos y otros sectores, orientado a promover puntos de convergencia comunes en un entorno política y socialmente fragmentado, que demuestre tener un buen equipo de trabajo y con propuestas concretas y realistas para generar el cambio y las reformas que urgentemente requiere nuestro país.
Después de las elecciones, el país deberá entrar en un intenso diálogo político, liderado por el partido y candidato triunfador, sin exclusión alguna, con miras a lograr acuerdos en los temas más álgidos de la agenda nacional de desarrollo y un gobierno de unidad nacional que convoque a los mejores ciudadanos a servir en pos del bienestar común. En la Confederación Nacional de Asociaciones Solidaristas y el Movimiento Solidarista Costarricense nos comprometemos a poner todo nuestro empeño, como lo hemos venido haciendo para que nuestros principios, valores e ideas contribuyan con ese esfuerzo de convergencia democrática nacional. El solidarismo estará siempre al servicio de los mejores intereses del país, de la clase trabajadora y del bienestar del mayor número de costarricenses. Ese es el norte político que nos inspira.
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