La dictadura del abstencionismo

Panorama Digital
Panorama Digital
La dictadura del abstencionismo
Loading
/

A todos nos llena de alegría y orgullo, cuando hablamos de Costa Rica como una de las democracias más antiguas y ejemplo de América. No obstante, la otrora Suiza Centroamericana hace rato se nos fue sin percatarnos. No podemos seguir viviendo de conquistas pasadas y recuerdos. Me temo que cada vez que algunos defendemos el sistema republicano yendo a las urnas, nos engañamos al pensar que la responsabilidad cívica llega hasta ahí, sobre todo, cuando la mayoría que manda, son los que no ejercen el sufragio.

Las pasadas elecciones cantonales, “dejan un mal sabor de boca”. Y aunque, hubo sorpresas agradables; sin embargo, la señora del abstencionismo sigue siendo el partido mayoritario del país.

Y es que el desdén de los ciudadanos al no ejercer su derecho y obligación cívica, quizás piensan que es mejor no votar, como voto de censura, sin mesurar el enorme daño que le causan a la democracia costarricense. Perjuicio que va más allá de lo económico:  papeletas, viáticos, salarios, dietas y otros; para que un 70% de los electores no llegue a las urnas.

Es tiempo que el TSE no solo se limite a brindar resultados post mortem cada elección para hacer campañas de concientización, mientras el abstencionismo crece -Desamparados 78%, San José 77%, Goicoechea 76,6%-. En materia electoral, las facultades y atribuciones de este órgano, le debería incumbir definir de forma científica, el origen de este abismal abstencionismo. Es hora de hacer estudios de científicos dirigidos al nuevo y viejo elector, para saber cuál es la razón principal que los aleja de las urnas, para así establecer planes remediales, que retroalimente a la clase política y para que ponga sus “barbas en remojo”.

Y es que, el sistema democrático de libre elección, realmente está dejando mucho que desear. El abstencionismo le quita legitimidad al mismo proceso, cuando solo unos cuantos se dan el lujo de poner y quitar gobernantes. Esto ha propiciado alcaldes y partidos con 16, 20 y hasta más de 30 años en el gobierno de un cantón; prácticamente una dictadura, en un caldo de cultivo de corrupción e ineficiencia de los gobiernos locales. Por ejemplo, un cantón como Goicoechea, de casi 100 mil electores, alrededor de 5.000 personas, un 5% deciden el destino de todo el cantón. Y esto, no lo está comprendiendo el grupo de personas que no fue a votar y permitió que terceros, decidieran por ellos.

Esta bomba de tiempo puede generar un desastre político, típico de países vecinos que evolucionaron en la antítesis de lo que hoy es nuestra democracia. Este sistema actual, lo único que legitima es la mediocridad y el clientelismo político, en detrimento de la democracia y el sistema republicano.

Es responsabilidad de todos. Debemos preparar las nuevas generaciones desde las aulas y concientizarlos sobre esta responsabilidad patriótica.

Los comentarios están cerrados.