Escojamos con seriedad y tolerancia
Enfrentamos una segunda ronda electoral. La mayoría de los electores no escogimos a ninguno de los dos candidatos que van a ella. Pero para el bienestar de los costarricenses y para bien de la democracia debemos escoger entre los dos partidos y candidatos que obtuvieron el mayor número de votos en la elección del 4 de febrero. Y debemos hacerlo con seriedad y tolerancia.
Seriedad porque de nuestra acertada escogencia depende en mucho el camino que tome Costa Rica de ahora en adelante. Tenemos graves problemas fiscal, de empleo, de pobreza, de inseguridad, de infraestructura, de la calidad de la educación, la solidez de las pensiones, la oportuna atención de salud, de la eficiencia del sector público y de la producción privada, del uso de nuestros recursos y la planificación urbana: Sobre todo tenemos serios problemas por la contradicción entre nuestra estructura constitucional presidencialista y la realidad multipartidista, que nos ha impedido tomar decisiones. Además, vivimos una gran división social por la confrontación entre diferentes visiones en temas de familia.
En la ya electa Asamblea Legislativa todas las fracciones son minoritarias pero hay cuatro constituidas por un número más importante de diputados y diputadas. Para solucionar las dificultades de gobernar en estas circunstancias promuevo un gobierno que tenga mayoría parlamentaria, formada por las fracciones legislativas de uno de los señores candidatos Alvarado, del PLN y del PUSC. Creo esta es la mejor solución y pido a los señores candidatos y los dos partidos tradicionales responder responsablemente a las exigencias de la patria en el momento actual. Si no, a la larga, los electores les cobraran su falta de patriotismo.
TODOS: quienes ya votaron por uno de los señores candidatos a la segunda ronda, quienes ya han escogido por quien votar, y quienes seguimos esperando resultados de equipos y propuestas, y tenemos resquemores por temor a fundamentalismos a los Robespierre o religiosos,
TODOS debemos con seriedad analizar cuál es la mejor opción para Costa Rica.
Y debemos manifestar nuestras preferencias y ejercer nuestros derechos a la formación de la opinión pública y al voto, con enorme respeto a los demás.
Hay verdades objetivas y hay valores que se derivan de la dignidad y la libertad de las personas frente a los cuales no caben relativismo filosófico ni moral. Pero los fundamentalismos no son válidos. Aunque los hechos sean verdad o mentira y los valores sean objetivos, mi conociendo puede estar errado y debo ser tolerante del conocimiento de las otras personas. Tal vez yo sea el equivocado.
Procedamos con respeto, serenidad y tolerancia frente a quienes opinan distinto a nosotros. Somos hermanos, vivimos y viviremos juntos en nuestra amada Costa Rica.
Escojamos con seriedad y tolerancia.
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