Cooperativismo, un modelo de desarrollo económico en constante evolución
Los costarricenses siempre le apostamos a la asociatividad, de allí que las cooperativas hayan florecido en estas tierras como ancladas en la genética del alma costarricense. Entidades sin fines de lucro y con el mandato de ser agentes de la justa distribución de la riqueza, poblaron nuestro territorio organizando al campesino, al maestro, al médico o al artesano, para hacerlo dueño de una empresa de propiedad conjunta.
Quienes trabajamos dentro del movimiento cooperativo, hemos visto ese motor que impulsa el crecimiento económico con justicia social. Sin duda alguna, se trata de un sector que ha permitido el desarrollo y la distribución equitativa de la riqueza en Costa Rica por más de 80 años.
Observe cada rincón de Costa Rica; cada valle, costa o montaña. Prácticamente, adonde quiera que usted mire, encontrará una cooperativa ofreciendo productos o servicios en áreas como lácteos, transporte, electrificación, ahorro y crédito, salud, café y palma aceitera, por mencionar sectores emblemáticos. Cuando usted escucha el diminutivo COOPE, atrás verá personas cumpliendo su sueño de tener trabajo digno, salud, educación, vivienda y bienestar comunitario. Hoy existen en Costa Rica más de 600 cooperativas y uno de cada cinco ciudadanos está afiliado a estas organizaciones.
Hasta hace algunos años en Costa Rica no conocíamos las trágicas consecuencias económicas de una Pandemia, hoy no solo las conocemos, las hemos poco a poco superado gracias, en parte, al trabajo conjunto y extraordinario de las cooperativas que han abordado los problemas sociales de distintas formas: han prestado servicios de emergencia, realizado actividades para sus asociados y las comunidades, fortalecido las empresas locales y fomentado las innovaciones empresariales, entre otras acciones.
Las cooperativas han evolucionado, se han adaptado rápidamente a los cambios de la economía y la sociedad en general sin deteriorar su razón de ser. Hoy, vinculan los objetivos de desarrollo sostenible en sus planes de mejora, visualizan mejor sus objetivos sociales y medioambientales, generan valorar agregado a sus productos y propician una integración generacional. Y las instituciones que apoyamos, respaldamos y fomentamos este modelo también estamos en constante evolución.
En el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP), nuestra capacidad de resiliencia ha estado a prueba, hemos luchado con honestidad ante los detractores de nuestra institucionalidad y hemos sorteando los desafíos actuales.
INFOCOOP no solo ha cumplido, sino que ha venido mejorando sus sistemas y estructuras de control interno y su modelo de gobierno corporativo, para ser una entidad moderna al servicio de todo el sector y del país en general.
Esta semana celebramos en cada rincón del país la Semana Nacional del Cooperativismo, el sector transita en Costa Rica por tiempos difíciles y en ese sentido su reto es volcar la mirada hacia valores cooperativos fundamentales de honestidad, solidaridad, transparencia y responsabilidad.
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