Ley de las consecuencias imprevistas
Cuenta una historia que hace siglos un sabio se acercó a un Rey a decirle que había logrado desarrollar el invento más poderoso para la humanidad: las letras.
El sabio le explicaba al Rey que con esto el conocimiento nunca se perdería, ya que quedaría registrado p0ara siempre en un documento escrito. La humanidad estaría más informada que nunca y para siempre.
En ese momento el rey interrumpió al sabio y le dijo que lo que acabada de presentarle no era un gran logro, sino un gran perjuicio. A partir de ahora las personas se guiarían por lo que otros escribieran y las historia quedaría registrada tal y como lo quisieran relatar algunos, los demás solo leerían lo que les pusieran al frente y no buscarían conocer más. Ese invento, en lugar de ser lo mejor para el mundo, era su acabose.
Este interesante relate nos sirve para explicar cómo hay cosas que parecen buenas, pero también pueden ser vistas como algo negativo, A lo que se le ha llamado: ley de las consecuencias imprevistas.
Resulta que ahora se está estudiando con fuerza esta situación, que puede suceder en cualquier circunstancia y que ha acompañado a la humanidad a lo largo de toda su historia.
La razón por la que ahora la ley de las consecuencias imprevistas está generando tanta atención, es por la aparición de la Inteligencia Artificial, ya que algunos científicos advierten que antes de seguir desarrollando algo que parece tan bueno para la humanidad, puede terminar siendo algo más bien perjudicial.
Cómo minimizar los efectos de esta ley? Pues los entendidos se apuran a advertir que no hay una receta infalible, pero apelan sobre todo a informarse bien, para no llevarse sorpresas de camino. También recomiendan no apurar las cosas, sino que llevar la introducción de la Inteligencia Artificial con calma.
Y estos mismos dos consejos puede aplicarlos usted en su vida diaria. Cuando vayamos a hacer algo, tomemos en cuenta todos los detalles y no nos precipitemos. Eso nos puede salvar de que en lugar de hacer una gracia, terminemos haciendo un sapo, como dicen.
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