Educar a niños contra las drogas
Noticias recientes en medios de comunicaión de nuestro país, señalan sobre el peligro de personas vendedoras de drogas al acecho de cazar niños líderes de sus centros educativos para convencerlos de vender drogas en esas instituciones, y así asegurar sus puntos de mercado.
El tráfico de drogas en nuestro país es un grave problema pero en los alrededores y dentro de los centros educativos esta gravedad sin duda es mayor. Constituye una gran amenaza para el bienestar de nuestra niñez y juventud y a la convivencia entre ellos, la salud de los estudiantes y sus proyectos de vida. Asimismo pone en peligro el futro del mismo país.
La población estudiantil se encuentra expuesta a distintos factores que inducen al consumo y al tráfico de drogas. Hogares disfuncionales y con serios problemas econoómicos son quizás el mayor riesgo para sus niños y jóvenes
Actualmente, los representantes de los centros educativos denuncian, almenos informalmente, que niños, niñas y adolescentes de sus instituciones se encuentran involucrados en el tráfico de drogas.
Ante esta grave amenaza infantil y juvenil es necesario que padres, educadores y cuidadores asuman el tema en los hogares con mucha fuerza e insistan todos los días, especialmente en el período de mayor riesgo que es entre los 11 y 14 años.
Para prevenir este flagelo social se recomienda fomentar una eficaz comunicación con los niños y adolescentes, para promover su autoestima, acompañarlos, quererlos, entenderlos y respetarlos.
Estimular que el niño, el joven tengan un buen concepto de sí mismos, ya que un niño, un joven con una buena imagen de sí mismo y una buena sensación de autovalor tiene menos riesgos de recurrir a las drogas.
Por otro lado, una buena y una eficaz comunicación es la forma más efectiva de reducir el miedo y la incertidumbre de los hijos frente a todos los cambios que ocurren en su cuerpo y en su mente en la adolescencia; así como, dentro de su ambiente familiar.
El diálogo constante es fundamental, implica el control parental en las etapas de la niñez y adolescencia. Y aunque los hijos suelen rehuir de los padres, es a través del diálogo respetuoso que se puede y debe favorecer un entendimiento entre la familia y los centros educativos, para saber qué está haciendo el hijo, el estudiante en cada momento.
Ante todo el amor incondicional de los padres y enseñar las implicaciones, consecuencias muy negativas que se dan al consumir drogas.
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