La trata con fines de explotación sexual constituye una forma específica de violencia contra las mujeres
Es un delito donde los tratantes y consumidores son mayoritariamente hombres y las víctimas principalmente mujeres -se estima que el 87% son mujeres.
Es por esta razón, que se deben analizar sus causas y consecuencias desde la perspectiva de género y de derechos humanos. Solo así, es posible desmontar mitos, que se originan en las creencias y prácticas socioculturales y que dificultan la erradicación del delito.
También es indispensable desde estos enfoques el análisis de las desigualdades que les afecta principalmente, hablar de la pobreza que han soportado históricamente las mujeres y las niñas y con ella la falta de oportunidades, es poner en evidencia la perversidad de la desigualdad, ya que se ven seducidas por una opción laboral para salir adelante, cuando en realidad es una trampa, de la cual muchas no logran salir con vida.
Su deseo de gozar de igualdad de oportunidades NO las hace delincuentes, ellas son víctimas de redes organizadas que comercializan con personas y que, a cambio -los tratantes- reciben gran cantidad de dinero.
No hay trato con la Trata. Alcemos la VOZ, la violencia sexual es un delito.
Este es un mensaje del Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Intrafamiliar y el Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU.
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