Tecnología para matar

En medio del conflicto entre Israel y varios países de corte islamista una operación de inteligencia ha dejado a todos consternados.

Hace unos días, miles de dispositivos de radiomensajes, conocidos como beepers, explotaron hiriendo e incluso matando a miles de miembros del Hezbolá, que es un grupo paramilitar musulmán con gran presencia en el Líbano.

Aquí usted se preguntará porqué los miembros del Hezbolá usan beepers, que es una tecnología antigua y analógica.

Pues porque los mensajes de beeper llegan por medio de frecuencias de radio y las de los celulares por medio de internet, se suponía que las primeras eran más seguras.

Israel un no se ha adjudicado la autoría de la operación que, como indicamos, ha dejado al resto del mundo con la boca abierta y ha abierto una vez más el debate del uso de la tecnología con fines militares.

Básicamente todos esos beepers se convirtieron en granadas en miniatura que estaban en los bolsillos o en sujetos a los cinturones de esas personas que nunca se imaginaron que ese aparato, por el cual recibían información, se iba a convertir en un arma que los mataría o los dejaría gravemente heridos.

Tenemos que decir que la tecnología para matar siempre ha existido, desde la prehistoria con la confección de armas para cazar, pero también para defenderse. Incluso leímos que las fotocopiadoras, los GPS, las computadoras, el Internet, los microondas y los teléfonos celulares se lo debemos a la investigación con fines militares.

Sin embargo, no deja de entristecernos que se invierta tanto cerebro y tanto dinero en encontrar formas novedosas para matar, aunque se utilice la excusa de “la defensa propia”

Claro, la operación de inteligencia fue todo un éxito para quienes la desarrollaron, sin embargo, no creemos que sea motivo de alegría, sino de reflexión.

Hasta donde vamos a llegar como humanidad si no logramos ponernos de acuerdo y escogemos el camino de la violencia? Y eso aplica para todos, para los países que hoy viven conflictos armados, pero también para quienes se pelean en carretera y los que discuten por cosas sin sentido en la casa.

Vale la pena pensar en ello.