Hablando de la Caja Costarricense de Seguro Social….!
Reviviendo un poco su historia, fue en la gestión del presidente Calderón Guardia, en 1940, donde toma la decisión de elaborar un Proyecto de Código de Trabajo y la inclusión constitucional de las Garantías sociales. Posteriormente se aprueba la Ley Constitutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social en noviembre de 1941 estableciendo la creación del seguro social. Dato desconocido por las nuevas generaciones, así como los grandes logros sociales después de la fundación de la 2da República, donde surgen oficialmente partidos como Liberación Nacional; luego el partido calderonistas + tres movimientos más, originando la Coalición Unidad, de donde surge el partido Unidad Social Cristiana. Estos movimientos gobernaron al país por lo menos 60 años y con aciertos y desaciertos, moldearon la democracia republicana de la Costa Rica de hoy.
Uno de estos aciertos, ha sido las grandes conquistas sociales, que ni la revolución del 48 pudo eliminar. Costa Rica no sería lo que es hoy, si no hubiera sido por hombres visionarios…nuestros abuelos y bisabuelos, costarricenses de sepa que lejos de construir muros, hicieron puentes, superando los dolores y pérdidas de esa revolución.
La Caja hoy sigue siendo baluarte de la seguridad social. No obstante, ha ido perdiendo ese eje histórico y se ha llenado de grasa burocrática, tramitología, es lenta y, además, blanco del vandalismo político del momento. Muchos detractores, ignorantes del costo y la importancia que tiene la esta importante institución social, piensan en privatizarla, venderla, eliminarla. Dicha miopía está lejos de un plan remedial concreto y realista. Los costarricenses debemos defender esta conquista ferozmente. Muchos ignoran que todos los ciudadanos, sobre todo, los trabajadores y sus familias que hemos contribuido de manera forzosa al estado para que exista un sistema de seguridad social, tenemos derecho a recibir una pensión digna. Igualmente un tratamiento médico pronto, oportuno y de calidad, a fin de protegernos contra el riesgo de enfermedad, de muerte y contingencias que la ley determine, como indica el artículo 73 de nuestra constitución política.
Sin embargo, aunque se han reunido notables y dizques expertos, nadie ha valorado muchos de los síntomas que aquejan la CCSS. Por ejemplo, la generación de 40 años o más que no tiene trabajo, no cotiza para la seguridad de las próximas generaciones, afectando la captación de recursos. La gran ola migratoria que los sofistas modernos abrazaron, ha debilitado la CCSS, porque todos los extranjeros legales o no, van y reciben el servicio sin cotizar. Los malos salarios a profesionales médicos, generan una migración al sector privado. Los empréstitos que la CCSS ha brindado al sector privado, que no ha sido auditado y revisado si volverá.
Sin embargo, la única solución que se ofrece, es subir la edad para morirse sin pensión o bien, subir las cargas sociales que ya son altas. Es hora de que un gobierno o gobernante se preocupe y haga un verdadero análisis de la problemática para que, por fin, se propongan soluciones aterrizadas y viables. Las próximas elecciones será un tema vital de análisis y con sentido de urgencia, antes de que se extinga una de las conquistas sociales más importantes de nuestros abuelos. ¿qué excusa le daremos a nuestros hijos y nietos?
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