La conmemoración de la proclama de la neutralidad
La proclama de la Neutralidad Perpetua, Activa y no Armada es una de las decisiones políticas más trascendentales de nuestra historia y forma parte del espíritu pacifista imperante en la nación costarricense.
La paz, la democracia y la libertad son valores que han crecido en el suelo fértil del alma civilista de este pueblo. Y fueron las guías espirituales que inspiraron la Proclama de Neutralidad de noviembre de 1985. Este hecho se produjo en medio de una gran turbulencia política. Una guerra en Nicaragua entre el Gobierno y la oposición armada usualmente conocida como la Contra. Guerra en El Salvador y otra más en Guatemala por el alzamiento de cuatro grupos marxistas autoproclamados revolucionarios. Y, además, una decidida política de los Estados Unidos en contra de permitir una Centroamérica aliada a Cuba y a la Unión Soviética.
Costa Rica estaba en medio de la tormenta, en el ojo del huracán como lo describió el presidente Luis Alberto Monge, autor de aquella Proclama, hecha en días en que este país también afrontaba la más profunda crisis económica del siglo XX.
La guerra en Nicaragua tuvo como escenario principal a la frontera de Honduras y, aunque hubo varios intentos de organizar un frente Sur, nunca llegó a consolidarse como un segundo escenario de guerra, aun con la fuerte presión ejercida sobre este país. Sin embargo, aún así, este factor generó una gran división en Costa Rica.
No obstante, esos hechos tan visibles, el desafío principal se gestaba en otro campo. Había una tercera posición que favorecía una guerra abierta entre Costa Rica y Nicaragua. Se mostraban evidencias de movilización militar en Nicaragua en posición de ataque a Costa Rica. Y esto daba fuerza a los guerreristas para propiciar una intervención directa del Ejército de los Estados Unidos, justificada como defensa de un país sin ejército.
El presidente Monge advirtió aquel peligro, puso en marcha la redacción de la Proclama de Neutralidad y procuró la ayuda de potencias amigas en Europa para que ayudaran en la vigilancia de nuestra frontera norte.
Ante fallos anteriores en la Cancillería por generar la proclama, es justo reconocer que la participación de Armando Vargas Araya, Ministro de Información, fue determinante para rescatar el preterido documento y reactivar el proceso que remató con la redacción para que el presidente Monge pudiera anunciar aquella histórica decisión.
Las presiones para evitarlo fueron muy intensas. La oposición de connotados miembros del propio Gabinete y de estelares figuras del Gobierno de los Estados Unidos, obligó además al presidente a buscar apoyo del pueblo de Costa Rica el cual se movilizó masivamente en una gigantesca marcha por la paz. Y unos meses más tarde, el presidente Monge realizó una exitosa jornada diplomática por toda Europa para lograr apoyo a Costa Rica y a su recién declarada neutralidad. El pasado domingo 17 de noviembre, festejamos un aniversario más de aquel evento, que sirvió para reafirmar nuestro amor a la paz y logró alejar a nuestro país de la guerra centroamericana.
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