Desde siglos atrás, las mujeres han sido tratadas como objetos o mercancías
Desde siglos atrás, las mujeres han sido tratadas como objetos o mercancías. Ellas le pertenecen al novio, esposo, e incluso la niña le pertenece al padre.
De esta forma, se estableció culturalmente una sentencia donde las mujeres deben de depender de esas figuras y la que se atreva a vivir en libertad y sin amarras es señalada, justificando así las agresiones que sufren: “…por andar sola le pasó lo que le pasó”.
Las canciones -como una expresión cultural- con narrativas pegajosas que incentivan y promueven la violencia hacia las mujeres, justifican en esa idea de que las mujeres le pertenecen a los hombres y ellos pueden hacer con ellas lo que deseen:
“te compro tu novia. No creo que saldría cara. Ni, aunque cueste un millón, Véndela, véndela o dile a su madre que me fabrique otra igualita”
“Amigo, voy a darte un buen consejo. Si quieres disfrutar de sus placeres. Consigue una pistola si es que quieres. O cómprate una daga si prefieres. Y vuélvete asesino de mujeres”.
No seas cómplice, no reproduzcamos la violencia contra las mujeres.
Este es un mensaje del Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Intrafamiliar y el Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU.
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