Navidad
La navidad es una época llena de colorido, sueños infantiles por los regalos, y reuniones familiares donde todos juegan y se divierten. Comparten risas; cuentan historias, creando recuerdos duraderos.
Los niños asocian esta época con la calidez del hogar y la conexión emocional con sus seres queridos. Sin embargo, para otra gran parte de las familias significa preocupaciones y frustración ante la escasa posibilidad económica.
Madres, y padres tristes cada vez que sus hijos le piden a Santa Klaus algo, como ropa para estrenar en estas fechas festivas.
La publicidad y el comercio invitan al consumo en estos días con vitrinas atractivas para los niños, con lo cual es difícil abstraerlos de la realidad.
Si de niños se trata, en nuestro país la estadística de hogares en pobreza, y pobreza extrema es alta. Tienen dificultad de acceder a servicios básicos y dede sobrevivencia, además de sufrir discriminación y exclusión. Como consecuencia está eñ flaagelo de la mortalidad infantil, mala salud, falta de educación, trabajo infantil hasta la violencia.
Otra cara cruel son menores vivientes de calle, incluyendo a la población inmigrante. Muchos explotados por el narco y la prostitución. Para ellos no hay navidad de luces ni celebraciones. Posiblemente será la época donde más agresión recibirán dada la euforia de adultos malos que se desquitan con ñiños indifensos.
Progenitores alcoholícos y adictos destruirán los más hermosas ilusiones de sus pequeños. Gastan la plata en el consumo sin dejar para comida, mucho menos para regalos.
La violencia intrafamiliar se impondrá creando horror y espanto en el corazón de los niños de la casa quienes en realidad añoran una noche de paz y amor.
Son muchos los problemas psicosociales de los niños, alrededor de la Navidad. Para ellos, más allá de los regalos, lo más importante es estar con su familia y comer. Es por esto que debemos reflexionar. Expresar empatía, generosidad, y conectar con las emociones que resuenan profundamente en los niños con tanta necesidad
La Navidad es una oportunidad para sembrar semillas de generosidad, gratitud, amor y esperanza. Practicar la solidaridad y la caridad humana. Preparar una casta navideña para donar, regalar ropa y juguetes a hospitales de niños u organizaciones. Compartir con adultos Empezar a dar incondicionalmente a quienes lo necesiten. Denunciar violenncia infantil de todo tipo. Y sobre todo, tener un comportamiento sano y ecuánime en Navidad.
Demos gracias por todo lo que tenemos, que seguramente es mucho. Nos tenemos los unos a los otros. Si trabajamos con los niños los valores de la solidaridad y la empatía, obtendremos el valor de la generosidad.
Agradezcamos si tenemos techo, un plato de comida caliente y una cama abrigada para cobijarnos. La Navidad es el momento perfecto para agradecer por muchas noches de paz y amor.
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