En el 200 aniversario de la Asamblea Legislativa. Centro institucional del diálogo social y del debate democrático

Panorama Digital
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En el 200 aniversario de la Asamblea Legislativa. Centro institucional del diálogo social y del debate democrático
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El pasado jueves 23 de enero, en horas de la tarde, la Asamblea Legislativa realizó una sesión solemne para conmemorar doscientos años de historia parlamentaria. A este evento fueron invitados los miembros de los Supremos Poderes, los magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones y las misiones diplomáticas. La actividad estará complementada con pasacalles y un desfile de bandas en la mañana de ese día.

Es así como se nos recuerdó a los costarricenses la importancia central del Poder Legislativo en nuestro país. La Asamblea Legislativa es el centro institucional y político del diálogo social y del debate democrático, su historia y su presencia en la vida nacional, en el Estado y en el gobierno, constituyen pilares irrenunciables de estabilidad y de innovación republicana.

La historia del Poder Legislativo inicia su trayectoria con la vigencia de la Ley Fundamental de 1825. En ese año el país formaba parte de la República Federal Centroamericana, y en esa ley fundamental se establece la existencia de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Conservador.

El 14 de abril de 1825 sesionó por última vez el primer Congreso Constituyente, y en esa ocasión se juramentaron los diputados y se eligió el primer Directorio Legislativo, quedando electos como presidente Don Cecilio Umaña Fallas, Primer secretario Don Pedro Zeledón Mora, Segundo Secretario Don Joaquín Rivas. Finalizada la elección se comunicaron los resultados al Gobierno y se dio por finalizado el Poder Constituyente. Acto seguido el recién electo diputado presidente del parlamento, Umaña Fallas, pronunció las palabras más importantes de la historia parlamentaria de Costa Rica: “Se halla legítimamente instalado el Congreso…Se abre la sesión”. Así inició la historia legislativa, cuyos frutos en la sociedad costarricense han sido abundantes y determinantes para la sobrevivencia, consolidación y desarrollo de la República.

Al principio el parlamento fue unicameral, en 1844 se crearon dos cámaras, en 1847 se reestableció el sistema unicameral, en 1859 volvieron a funcionar dos cámaras, y en 1870 se retornó al sistema unicameral, condición que se mantiene hasta el día de hoy.

Desde el año 1825, siglo XIX, hasta la década de los cuarenta del siglo XX la historia de nuestro parlamento se vio salpicada por numerosas inestabilidades, debates y agrias separaciones respecto a los Poderes Ejecutivo y Judicial, circunstancias originadas en los vaivenes de una joven e independiente Nación en busca de su crecimiento y madurez.

Con el paso de los años y habiéndose cultivado una experiencia constitucional y parlamentaria extraordinarias, se llegó a la década de los cuarenta del siglo XX, cuando la legislación social creada entre 1940 y 1944 produjo una revolución jurídica cuyos efectos llegan hasta nuestros días.

En el año 1949 de esa década, se instala una Asamblea Nacional Constituyente y se promulga, sobre la base de la Constitución Política de 1870, la Constitución Política de 1949 aún vigente, dando inicio a la etapa histórica más estable e innovadora en la trayectoria parlamentaria costarricense, la cual se extiende hasta la actualidad.

En 1949 la Asamblea Legislativa quedó conformada por 45 diputados, y en 1961 el número de curules parlamentarias se estableció en 57 hasta el momento actual. En el período constitucional comprendido entre el 8 de noviembre de 1953 y el 30 de abril de 1958, por primera vez en la historia patria, las mujeres ocupan curules parlamentarias, ellas fueron María Teresa Obregón Zamora, Ana Rosa Chacón González y Estela Quesada Hernández.

Es importante observar que la búsqueda de un poder legislativo estable e influyente ha estado presente en todas las etapas principales de la historia patria. Desde 1821 hasta la consolidación del Estado Nación y la fundación de la República  en 1848, la Campaña Nacional de 1856-1857, la consolidación y desarrollo de la República Liberal hasta 1940, el Estado de Reformismo Social establecido entre los años 1940 y 1948, el Estado Benefactor entre 1949 y 1982, y el Estado Promotor del Desarrollo desde 1982 hasta el momento de escribir estas palabras.

En estos distintos momentos históricos de la evolución nacional, han existido en el país diferentes estrategias de desarrollo económico y social, y en todas ellas los costarricenses se han esforzado por contar con un Poder Parlamentario fuerte, independiente, capaz de legislar en favor de las grandes mayorías y del desarrollo permanente de la República.

Si contamos el tiempo transcurrido desde 1825 no siempre ha sido posible el funcionamiento pleno del Poder Legislativo, pero siempre ha permanecido constante el anhelo cívico y democrático de los costarricenses de contar con una Asamblea Legislativa donde se expresen los distintos intereses y las diferentes ideas prevalecientes en el país.

Concluyo este comentario reiterando el planteamiento inicial: La Asamblea Legislativa es el centro del diálogo social y del debate democrático. Los costarricenses no vivimos en una Monarquía, no somos súbditos de reyes ni de príncipes, sino una ciudadanía de una República soberana, libre, independiente y ejemplar en el concierto de las naciones.

La Asamblea Legislativa es la columna vertebral de nuestro Estado de Derecho, no lo olvidemos. Al conmemorarse 200 años de su fundación, redoblemos nuestro compromiso con la defensa y desarrollo del Poder Parlamentario.

Muchos años y muchos siglos más de vigencia, de presencia y de influencia a la Asamblea Legislativa de Costa Rica, columna vertebral de la vida republicana y de su Estado de Derecho.

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