Hacer la diferencia, esto implica no hacer lo mismo de siempre
Para quienes somos creyentes, debemos alzar la vista al cielo con agradecimiento, esperanza, paciencia y con la fe de que Dios escucha y actúa en su tiempo, y no con la inmediatez que la humanidad exige, brinda consuelo, paz, seguridad y la importancia de poner el peso que agobia a los creyentes en las manos de la Divina Providencia.
El gesto más agradable, ligero y veloz, para expresar al Creador Supremo y a nuestros semejantes, es el agradecimiento; agradecer hace la diferencia, es la muestra sublime de humildad, para reconocer que todo lo que se recibe del Cielo y la Tierra, no es por derecho propio, simplemente, porque la autosuficiencia no existe.
Nadie es autosuficiente, todos necesitamos de todos, y todos los creyentes necesitamos de Dios, cualquiera que sea la idea que se tenga de Él. Dios es Creador, Maestro y poseedor de la verdad y lo bueno absoluto, la humanidad es imperfecta, sin embargo, Dios sólo pide ser perfectos dentro de la imperfección.
Ser perfectos dentro de la imperfección humana, es el llamado al ser humano a ser bueno, estas dos simples palabras muestran el sendero por el cual debe transitar la humanidad para lograr el éxito de la existencia y coexistencia y con ellas la tan anhelada paz; ser bueno es hacer la diferencia.
Ser bueno tiene un amplio y profundo significado, ligado a la moral, y múltiples valores, como caridad, honestidad, humildad, equidad, ecuanimidad, empatía, justicia, transparencia, verdad, sabiduría, solidaridad, respeto, tolerancia, valores todos estos, que aplicados al diario vivir, es hacer la diferencia, esto implica no hacer lo mismo de siempre.
El llamado a ser bueno involucra a todos para hacer la diferencia, no haciendo lo mismo de siempre, para lograr esto es necesario realizar cambios, para mejorar el nuestro ambiente y conservar los vitales recursos naturales, que permiten la vida y el bienestar, no sólo de la humanidad, también de la flora y la fauna.
El llamado a ser bueno involucra a los políticos y a la ciudadanía en general para hacer la diferencia, para eliminar las redes de cuido producto de la politiquería, la corrupción, el narcotráfico, así como, gobernar con ética para hacer desaparecer la desigualdad social, mejorar la seguridad ciudadana, la educación, las oportunidades de trabajo y el progreso integral del tejido social.
El llamado a ser bueno involucra a los empresarios, trabajadores, profesionales liberales, en fin, a todos para hacer la diferencia en nuestra sociedad, esto implica no hacer más de lo mismo de siempre, sino generar puestos de trabajo dignos, forjando oportunidades reales para mejorar las condiciones de las personas, elevando la productividad, la riqueza nacional y con ello el bienestar general.
El llamado a ser bueno involucra a los ciudadanos para hacer la diferencia, siendo mejores personas día a día, no solo durante el año 2025, sino siempre.
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