La empresa privada produce bienestar

Un 23 de febrero de 1973 se fundó la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del sector Empresarial Privado (UCCAEP). Hoy, 52 años más tarde y gracias a la Ley 10482, en esta fecha cada año se conmemora el Dia Nacional de la Empresa Privada.

En el 73 aquellos hombres, visionarios—porque no había mujeres en ese momento—, decidieron unir al sector empresarial. Quienes estamos en UCCAEP sabemos que de la unión y el diálogo entre los diferentes sectores nacen las ideas para fortalecer a la empresa privada y a Costa Rica.

Es con la suma de esfuerzos entre una institucionalidad sólida, que responda a las necesidades de la ciudadanía, y un sector privado innovador, respetuoso de los procesos y proactivo en señalar su mejora continua, que lograremos el salto cualitativo de nuestra sociedad.

En una democracia sana, con los distintos poderes de la República haciendo su parte, es fundamental que el sector privado opere dentro de un marco de regulaciones justas y de seguridad jurídica, evitando la corrupción o el abuso de poder de cualquier índole para garantizar una competencia equitativa y un desarrollo sostenible. Y es precisamente el fortalecimiento de la democracia la vía más adecuada para mejorar el bienestar de todos.

El sector empresarial, representado por UCCAEP, es y será un firme defensor de nuestro sistema democrático, de la institucionalidad y de la división de poderes, fundamentales para una sana gobernanza, ya que esto es garantía de estabilidad a largo plazo, seguridad jurídica y, por ende, un mejor clima de negocios y desarrollo integral.

Nuestra democracia “a la tica” ofrece un entorno favorable para la inversión y el crecimiento económico, lo que se traduce en más y mejores empleos, mejorando las condiciones de vida de las familias costarricenses. Por eso, debemos tomar decisiones a través del diálogo y la negociación, promoviendo entornos propicios para la inversión y el empleo formal.

Precisamente, el empleo formal genera prosperidad y financia nuestra seguridad social. El 51% de los ingresos corrientes de la Caja Costarricense del Seguro Social provienen de las cuotas obrero-patronales del sector privado. Y es gracias al empresariado valiente que mes a mes paga su planilla que se financian becas educativas como FONABE y que hay cuido para nuestros adultos mayores a través de CONAPAM.

Sin el aporte y compromiso de las empresas formales de Costa Rica no tendríamos el Estado Social de Derecho que hoy disfrutamos. Para seguir aportando, necesitamos un entorno donde los costarricenses puedan echar a andar sus ideas de negocio, entendiendo que lo público y lo privado son complementos en la fórmula para el desarrollo.  

Nuestra responsabilidad como sector es pedir cuentas en el cumplimiento de esas promesas en las que las empresas formales creemos y por las que aportamos para que se hagan realidad. Ni el populismo, ni la polarización, ni la posverdad tendrían cabida en nuestra sociedad si se cumplieran las diferentes variables del pacto social.

Como bien dijo Thomas Jefferson, “el mayor peligro para la democracia es la ignorancia”, y por ello debemos informarnos, observar e investigar. La patria nos llama hoy a tomar con la mayor seriedad los temas de la seguridad ciudadana, de las oportunidades que genera la justicia social, la seguridad jurídica y por ello, el sector privado formal costarricense nuevamente dice presente; para ayudar a generar empleos de calidad, para aportar a la seguridad social, atraer inversiones; porque “la empresa privada produce bienestar.”