Centeno Güell
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El Centro Nacional de Educación Especial Fernando Centeno Guell en estos días se encuentra en un estado deplorable en infraestructura. Especialmente “La casa vieja” como le decíamos cariñosamente, cuando la vida me dio la oportunidad de trabajar ahí, no solo como psicóloga, también como parte de un programa de teatro.
Personal docente, administrativo, familias y niños extraordinarios me enseñaron de amor, disciplina, solidaridad y entrega incondicional al servicio de la discapacidad en nuestro país. Es difícil de creer que con el paso de los años no se le haya dado el mantenimiento y cuidado que se merece.
Éstos niños requieren ser cuidados y estimulados con todas las comodidades requeridas. Sus familias siempre han confiado en el estado para que no dejen de lado un aspecto social tan importante para el desarrollo de un país.
Históricamente y por iniciativa del señor Fernando Centeno Güell, el gobierno del Presidente Rafael Ángel Calderón Guardia emitió el 23 de julio de 1940, el decretó ejecutivo que creó la Escuela de Enseñanza Especial para atender a los niños que sufrían retardo mental y trastornos en el lenguaje. Esta no es una casa cualquiera. Ahí estuvo, a partir de 1947, la primera escuela especial que tuvo Costa Rica y Centroamérica, de la mano de ese visionario llamado Fernando Centeno Güell, quien tras regresar de España con una gran preparación vio lo que nadie percibía y era que las personas con discapacidad merecían una segunda oportunidad.
Actualmente, la antigua escuela tiene daños en sus bases, el techo, las canoas y parte del piso. En los últimos años fue utilizada como bodega. Si no hay una intervención en el corto plazo terminará en la ruina total. Además, la cinta amarilla en sus costados, indican la clausura por parte del Ministerio de Salud, ante el riesgo de desplome.
Ante ello un grupo de arquitectos han presentado propuestas de qué hacer con el edificio de la Centeno Güell, ante el Ministerio de Educación. Ojalá los apoyen. Sería una pena perder tan valiosa institución. No sólo las instalaciones, sino, dejar sin un lugar a tantos niños que para tener una verdadera inclusión social requieren educación especializada y detallada para alcanzar sus metas.
El rescatar esta casa tan llena de experiencias de amor y entrega a los niños, sería una muestra de que este país tiene un compromiso con su pasado, y quiere resguardar y honrar esfuerzos de tanta gente a lo largo del tiempo.
No olvidemos que don Fernando Centeno Güell, dio parte de su vida para que en el futuro de todo niño desvalido haya una luz de esperanza. Asimismo esos niños son costarricenses y como tales deben ser tratados
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